El desfile de Entroido volvió a recorrer las calles de Ourense, sin mascarillas y sin las ya anodinas restricciones que deslucieron durante las celebraciones de una fiesta tan arraigada en la provincia.
Conscientes de ello, miles de ourensanos salieron a las calles a primera hora de la tarde para encontrar un lugar adecuado para seguir un desfile con una gran cantidad de carrozas y comparsas, con temática de todo tipo y que sacaron la sonrisa a todos los presentes.
Abrieron el desfile las pitas de Eiroás, que cada año suman mas adeptos, incluyendo varios miembros jóvenes que todavía no portan la vestimenta íntegra debido a su peso. Como era de esperar, hicieron uso de sus "armas" los huevos, que lanzaron con humor a los presentes.
Como no, el carnaval es una época de transformaciones y participación de personajes ilustres. En Ourense, Casiano es uno de ellos. El fisioterapeuta, que no se pierde un desfile, aprovechó para mostrar sus mejores galas en un Entroido que siempre ha reconocido que es tremendamente especial para él. Junto a él, un grupo de bailarines llevando a cabo una coreografía acompañados de zancudos.
Aspanas no quiso perderse el desfile y participó con una comparsa de temática musical, bien acompañados por la Asociación Amencer, que aparecieron justo a continuación con una coreografía muy bien realizada.
Y en medio de Sirenas, pintores menudos con sus progenitores y bailarinas de western, hubo momento para la crítica en clave de humor. Entre ellas, destacó el la comparsa Sátira, que este año acudió con un vehículo del "pendello de Ourense", que remolcaba el Salón de Plenos.
También llamó la atención la carroza con la temática sobre el pulpo, con pulpeira incluida y otra con un gran número de "extraterrestres", además de elfos, en un desfile que duró más de dos horas por la gran cantidad de grupos participantes y que contó con un ambiente dominical y familiar muy positivo.
