Detenido el presunto homicida del gerente del Bar Novo de la rúa Colón

La Policía Nacional detuvo este lunes al presunto autor del homicidio del gerente de Bar Novo, Evaristo Morín Machado, de 65 años, más conocido como Joaquín, cuyo cadáver fue hallado en la noche del pasado día 5 de febrero en el interior del local, situado en el número 23 de la rúa Colón, en el casco viejo de la ciudad. El presunto homicida, de unos 40 años, fue detenido cuando estaba en plena mudanza para fijar su nueva residencia en una vivienda en la calle Río Cerves, en el barrio ourensano de O Vinteún. La Policía Nacional no desveló detalles ayer de la operación argumentando que el caso está bajo secreto de sumario, pero el detenido, según pudo saber este periódico, residía hasta ahora fuera de la provincia. Los agentes lo estaban siguiendo desde hace más de mes y medio y su decisión de cambiar de vivienda (ayer comenzó a trasladar muebles) precipitó su detención ante el riesgo de que pudiera deshacerse de pruebas que pueden resultar fundamentales para incriminarlo en la muerte del hostelero. De hecho, los policías ya llevaron a cabo ayer varios registros tanto en su anterior vivienda, enseres de la mudanza y su nuevo domicilio en la ciudad. El cadáver del hostelero presentaba un corte de un objeto punzante en el cuello. Desde un principio se trabajó con la hipótesis de que el homicida lo había degollado. La Policía Nacional halló un cuchillo en el bar, pero los investigadores continuaban ayer buscando, entre otros elementos incriminatorios, el arma homicida ante la sospecha de que el corte mortal que presentaba el fallecido en el cuello no fue realizado con el cuchillo intervenido en el bar. El detenido visitaba con frecuencia el bar novo y mantenía buena relación con el hostelero desde hace ya un tiempo Cliente La detención fue posible tras una complicada investigación durante la que los policías de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) analizaron abundante documentación y material intervenido en el establecimiento, además de tomar declaración a conocidos, amigos y clientes del hostelero. Durante las primeras semanas, los investigadores fueron descartando escenarios e hipótesis hasta llegar al ahora detenido, sobre el que estrecharon el cerco hace más de mes y medio. La investigación fue coordinada por el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Ourense, Luis Doval, que decretó secretas las actuaciones nada más aparecer el cadáver del hostelero. El detenido era cliente del Bar Novo y mantenía relación de amistad con el fallecido desde hace ya un tiempo. Trapicheo de drogas Desde el Cuerpo Nacional de Policía declinaron ayer desvelar el móvil del crimen, pero los agentes buscaban en los registros domiciliarios llevados a cabo durante la jornada de ayer material vinculado con el trapicheo de sustancias estupefacientes. Los agentes lo estaban siguiendo tras una ardua investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario La investigación se centró desde un principio en el tráfico de drogas Evaristo Morín Machado gozaba cuando apareció muerto de buena reputación entre sus vecinos y comerciantes de la rúa Colón, tras un paso oscuro ligado al tráfico de drogas, por el que fue condenado, en el año 2016, a dos años y medio de cárcel tras reconocer ante la jueza que utilizaba su establecimiento para vender sobre todo hachís. Un año antes, la Policía Nacional encontraba casi tres kilos de cannabis, 12.560 euros en efectivo y 3,7 gramos de cocaína en el bar, después de recibir informaciones sobre venta de sustancias ilegales. Tras salir de prisión, el hostelero cerraba el bar nada más caer la noche y se marchaba a su casa. No le gustaba mantener el establecimiento abierto de noche, pero este detalle -aplaudido por los vecinos- no fue motivo suficiente para que la Policía Nacional desligara la investigación de su fallecimiento con el mundo de las sustancias estupefacientes. Al contrario, nada más ser encontrado su cadáver la principal hipótesis del crimen fue la venta de drogas. Los investigadores descartaron desde un principio que su crimen fue premeditado y preparado desde hace tiempo con el objetivo de no dejar huellas. El detenido permanecía ayer en el calabozo a la espera de declarar en el juzgado, posiblemente mañana miércoles.