Dos detenidos por el incendio de A Chavasqueira, uno de ellos extrabajador

El fuego devoró el pasado 24 de abril las instalaciones dejando las instalaciones reducidas a cenizas. Los arrestados han quedado en libertad en calidad de investigados.

La Policía Nacional ha detenido este jueves a dos personas por el incendio de A Chavasqueira ocurrido en abril de 2019. Uno de los arrestados es extrabajador de las instalaciones y el otro sería amigo suyo. Ambos han quedado en libertad en calidad de investigados tras comparecer en el juzgado por un presunto delito de incendio agravado -los bomberos tuvieron que romper una puerta para acceder al complejo por el riesgo que corrió un trabajador aquella madrugada-. Ninguno de los dos podrá salir del territorio nacional y deberán presentarse en el juzgado con periodicidad semanal. La magistrada ha levantado parcialmente el secreto de sumario.

El fuego devoró la madrugada de aquel 24 de abril el complejo termal, que quedó reducido a cenizas. El gerente Pablo Villuendas se ha mostrado hoy "muy satisfecho" por la labor policial y por que se esclarezca este suceso que arrasó el complejo.

La investigación que corrió a cargo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), larga y laboriosa por el tiempo transcurrido y las pruebas recabadas, ya apuntó en su día que el fuego había sido provocado. “Desde que sonó la alarma no pasó más de un minuto y medio”, pero “el componente que había allí era espectacular” lo que supuso que las llamas se propagaron  “a la madera, resinas, barniz por lo que fue “imposible apagarlo", detallaba el propio comisario Juan Carlos Blázquez en julio de 2019. Los agentes culminaban este jueves con sendas detenciones tras más de año y medio de pesquisas.

El incendio se declaró de madrugada, a las 01,30 horas. En ese momento, un trabajador estaba en el interior realizando tareas de mantenimiento, pero ante la magnitud que alcanzó en segundos el fuego, ya no pudo hacer otra cosa que escapar y avisar a los bomberos.  Estos, que tienen su base a escasos metros, tampoco pudieron hacer nada por salvar la instalación, más que delimitar el incendio para impedir que se propagase a inmuebles colindantes. Por la fachada principal de las termas carbonizadas discurre el paseo del río Miño. Mientras que en la parte posterior hay un callejón -apenas coge una persona- que separa las instalaciones de varias propiedades particulares.

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