El Concello iniciará pasado mañana jueves una nueva obra sobre las calles Álvaro Cunqueiro y Ramón Puga, en el entorno del CHUO. Se estima que los trabajos afecten a alrededor de cuatro kilómetros cuadrados. Consistirán en la reposición del firme existente y el repintado de las señales horizontales de tráfico. A lo largo de este espacio, el trabajo obligará a reordenar la circulación, que será totalmente cortada desde el próximo viernes 19 excepto para autobuses urbanos y vehículos de emergencia. Desde la administración municipal esperan que la ejecución de los trabajos dure tan solo una semana para limitar las molestias, especialmente a los vecinos, que verán limitadas sus plazas de aparcamiento.
Las obras se iniciarán en rúa Álvaro Cunqueiro, y no se acometerá la mejora de rúa Ramón Puga hasta la conclusión de esta primera etapa del proyecto, la cual se espera que dure tan solo un día. Durante este jueves, Ramón Puga será de dirección única de subida para todos los vehículos, desde la intersección con rúa da Saínza hasta el CHUO. No estará permitida la circulación de vehículos en el sentido de bajada desde la zona de la residencia hasta la calle Xosé Cornide, excepto para autobuses urbanos y los vehículos de emergencias.
Posteriormente, la idea del Concello es que el viernes 19, cuando comiencen los trabajos de reposición de firme en Ramón Puga, esta vía se cierre ya completamente al tráfico rodado, exceptuando para buses y ambulancias.
Asimismo, mientras duren las obras no se podrá estacionar vehículos en estas calles, por lo que desde el Concello ruegan "paciencia entre los conductores y usuarios de la vía". La inauguración de estas obras añade nuevos cortes de tráfico a los que se mantienen en calles como Marcelo Macías, limitada en el paso de vehículos hasta el mes de junio según las previsiones de la Xunta, a cargo de este trabajo. No obstante, al terminar la actuación aún quedarán problemas de firme por reparar en el barrio de Mariñamansa, como los baches que afectan a la avenida de Zamora o rúa da Saínza, que han parmanecido inalterados durante meses y llegan a provocar daños en las ruedas y bajos de los vehículos.
