Las esperas de hasta 12 horas son ya frecuentes en las Urgencias de Ourense

Entrada de ambulancias en las Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense. ÓSCAR PINAL
photo_camera Entrada de ambulancias en las Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense. ÓSCAR PINAL
El jefe del servicio de Urgencias en Ourense se incorporó tras casi dos meses de baja; la falta de médicos aún no se solventó y continúan las largas listas de espera

Las largas esperas se cronifican en el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). Desde la Comisión de Centro, aseguran que ya es frecuente que los pacientes lleguen a esperar hasta 12 horas para ser atendidos, debido a la falta de médicos y a la elevada demanda. La situación de la plantilla empeoró el pasado diciembre, tras nuevas bajas en el servicio, y desde entonces, los profesionales demandan soluciones “urgentes” a la dirección del hospital. La gerencia del CHUO, por su parte, niega “rotundamente” que las esperas sean tan altas. 

A la mermada plantilla se sumó la baja del jefe de Urgencias, Francisco Aramburu, que se incorporó ayer tras casi dos meses ausente. “En ese tiempo perdimos la comunicación directa diaria con un superior, ya que no teníamos un representante oficial del servicio, lo que limitó la gestión de problemas”, señala Pilar Garzón, urgencióloga del CHUO y presidenta del Colegio de Médicos de Ourense. Según Garzón, la situación es igual de grave que hace semanas, y no presenta “visos de arreglo”: “Las bajas siguen aumentando debido a la presión incrementada y las pocas actuaciones de mejora no han conseguido subsanar el problema”. 

Ante la falta de médicos y las dificultades de contratación, la gerencia optó por cubrir de forma puntual ciertos turnos con facultativos de Atención Primaria. “Tamén nalgún momento se enviaron comunicacións aos xefes de servizo do hospital para pedir que os médicos que estivesen de garda acudisen a Urxencias e atendesen a alta demanda. A xerencia non tomou ningunha decisión para solventar de xeito real e definitivo a falta de persoal”, explica Concepción Fortes, de la Comisión de Centro. 

En enero, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ya reconocía en la ciudad la “especialmente complicada” situación del servicio del CHUO, y hablaba de las dificultades de contratación de nuevos facultativos. Días después, Noa Presas, diputada del BNG en el Parlamento de Galicia, reclamaba la reorganización de la plantilla para poner fin a la saturación de los profesionales. 

Los propios médicos de Urgencias cifran en 10 los sanitarios necesarios para el correcto funcionamiento del servicio y la recuperación de tiempos de espera más bajos. “Moitos días o número de facultativos era o mesmo en Urxencias ca nos Puntos de Atención Continuada (PAC), a situación é moi grave”, remarca Fortes. 

Consecuencias para los pacientes de Ourense

La falta de médicos no solo se traduce en largas esperas para pacientes sin riesgo vital, sino también en un aumento de la sobrecarga de los profesionales. Garzón asegura que, de prolongarse esta elevada presión asistencial, el número de bajas o reducciones de jornada seguirá aumentando, lo que, a su vez, provocará más tensión en la plantilla. Además, los sanitarios buscan posibilidades en otras áreas sanitarias, donde la carga de trabajo es menor. “Este servicio está a converterse na ovella negra de Galicia. En Ourense estamos perdendo a calidade da atención porque se está queimando aos profesionais, facendo que busquen traballo fóra e que marchen”, señala Concepción Fortes. 

La presidenta de la Comisión de Centro del CHUO pone en valor el esfuerzo de la plantilla para afrontar la falta de personal. “Houbo momentos destes meses, cando o xefe estaba de baixa, que foron os propios médicos os que xestionaron as dificultades que aparecían, algo totalmente inaceptable”, explica. Por ello, reclama campañas “máis agresivas” desde la dirección para reforzar el mermado equipo de Urgencias. “Hai un abandono total por parte da xerencia, non están respondendo ben diante dos profesionais que se levan esforzado o que non está escrito”, reclama.

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