Los sanitarios de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del CHUO atienden ya a cinco pacientes graves con covid. Una cifra que, temen, seguirá en aumento durante las próximas semanas. La "calma" de los 83 días libres de covid –entre el 27 de mayo y el 19 de agosto– apenas dejó reponer fuerzas a un equipo que vuelve a la trinchera. Desde el inicio de la segunda ola, seis pacientes han ingresado en la UCI –uno de ellos falleció–. El jefe de servicio, Víctor López Ciudad, reconoce el cansancio de la plantilla y pide refuerzos a la administración, además de concienciación en las calles. "Con las imágenes que se veían era inevitable que acabásemos así", asegura.
¿Reabrieron la unidad covid?
Todavía no. Según el plan de contingencia hospitalario, en esta primera fase podemos atender hasta a siete pacientes en lo que es propiamente la UCI. Con respecto al inicio de la pandemia contamos con un pequeño cambio, tenemos siete boxes individuales con puerta cerrada. Por ahora están cinco ocupados, pero en el caso de que el número de pacientes siga creciendo ya tenemos consensuado con la dirección nuestra expansión a la unidad de reanimación, y de seguir creciendo, acabar reabriendo la unidad covid. Vamos actuando en función del número de pacientes.
¿Los pacientes presentan la misma gravedad que en la primera ola?
Sí, es una cosa que estamos viendo. No son distintos, la gravedad es exactamente igual. En los casos más graves se necesita ventilación mecánica, los cinco que tenemos ahora la tienen. Lo que sí que es verdad es que los pacientes llegan escalonados, no es como la primera ola, cuando teníamos dos, tres o incluso cinco ingresos diarios.
¿El perfil de los pacientes ha cambiado?
Estamos viendo algunos pacientes con más fallos de órganos, al principio todos venían con el pulmón afectado. Que tengan más dificultades hace necesitar más soporte, otro tipo de apoyos.
¿Y en cuánto a la edad?
No tenemos una limitación de edad para el ingreso, se valora el contexto general: cómo se encuentra el paciente, qué dependencia tiene... Al principio veíamos que era gente entre comillas más jóvenes, sobre los 50, pero los últimos ingresos rondan ya los 70, e incluso tenemos a un paciente de 80. La edad parecía al principio que eran más jóvenes, pero han empezado aumenta también la gente mayor, gente con enfermedades.
¿Los profesionales tienen más armas para combatir el virus?
A pesar de lo que se dice, no contamos con muchas más armas que hace unos meses, a día de hoy la ventilación mecánica sigue siendo el pilar fundamental, pero lo que es en la medicación como tal no ha habido grandes avances.
¿Cómo está la plantilla?
Las semanas sin casos covid nos dieron un poco de oxígeno, pero francamente, la gente está muy cansada a todos los niveles. Hace muy poco tiempo de la primera ola, hay gente que todavía está intentando coger sus vacaciones. Sentimos agotamiento, nos enfrentamos a algo que acaba de pasar y ya estamos metidos en otra ola.
Se acerca el invierno...
Sí, con el problema añadido de la gripe. Creo que la administración debería ser consciente de eso y tratar de reforzar los equipos. Además, los colegios vuelven a abrir... La nueva normalidad supone seguir con tu vida con restricciones, pero hay más contacto, más movilidad. Antes se restringían los movimientos, ahora no es la idea, por lo que tenemos la sensación de que va a ser un problema continuo durante los próximos meses, más o menos grave, pero esa fase con cero covid va a tardar en volver.
¿Enfada ver lo que pasa en la calle?
Da muchísima rabia. Veíamose las imágenes de la televisión de fiestas, ausencia de distanciamiento social... Es que eso nos iba a llevar a la situación de a ahora. A falta de un tratamiento curativo hay muy pocas medidas que podamos hacer, pero esas pocas (distancia, mascarilla, higiene), si no se cumplen, vuelven a empezar los contagios.
