La falta de socorristas pone en jaque la apertura de piscinas ourensanas

Las piscinas de Oira, durante su apertura de 2019. (ÓSCAR PINAL)
photo_camera Las piscinas de Oira, durante su apertura de 2019. (ÓSCAR PINAL)
Una veintena de concellos carece de profesionales a solo dos semanas para el inicio del verano 

La escasez de socorristas es un mal endémico que año tras año genera dolores de cabeza en los concellos de toda la provincia. El poco tiempo de contrato, sumado a que en muchas ocasiones supone un desplazamiento considerable echa para atrás a los candidatos, sin contar las complicaciones que supone en la actualidad conseguir la titulación, ya que se ha de superar un curso de cuatro meses en A Estrada para un trabajo que apenas llega a los tres. Este año no es una excepción y los concellos buscan socorristas debajo de las piedras para poder abrir la instalación municipal reina del verano. Este año, son cerca de una veintena las piscinas provinciales que todavía no tienen nada concretado respecto a la contratación de estos profesionales, lo que obliga a trabajar contrarreloj para poder tener todo listo para la fecha de apertura.

Esta realidad afecta a municipios de todo tipo: desde villas como Barbadás o Celanova, pasando por municipios muy cercanos a Ourense como Toén o Vilamarín, e incluyendo a concellos más rurales y con peores comunicaciones como Manzaneda o Trives. Cada uno con sus problemáticas, trabajan a marchas forzadas para cerrar la contratación de los profesionales suficientes. Los regidores coinciden también en advertir de que, como no haya un cambio en la normativa, en unos años será “casi imposible” contar con este tipo de profesionales.

Ninguna comarca se libra

En todas las comarcas ourensanas hay municipios que cruzan los dedos para poder tener un socorrista este verano. En Valdeorras, aunque esperan tener todo atado, concellos como Larouco y Petín confían en que los interesados en años anteriores vuelvan a comprometerse. En el caso de la comarca de Conso-Frieiras, el alcalde de Viana do Bolo, Andrés Montesinos, indica que “creemos que tenemos solucionada la contratación del socorrista, pero existe una gran dificultad para encontrar candidatos que cumplan los requisitos, ya que la normativa vigente complica mucho las cosas”. Situación de incertedumbre que se reproduce en otros municipios cercanos como A Gudiña o A Mezquita. “Está sendo máis difícil que outros anos porque non hai socorristas e a reforma laboral tampouco axuda, pero estamos traballando para que poidan abrir”, traslada el alcalde de Verea, José Antonio Pérez Valado. En Celanova y Lobios también reconocen serias dificultades para encontrar personal suficiente, lo que podría complicar su apertura. Por su parte, en Avión disponen de una piscina cubierta funcionando todo el año. Ahora deben tener un socorrista para esta piscina, y otro para las instalaciones al aire libre. Desde el concello explican que “es difícil encontrar personal”. En Castrelo de Miño afirman que “tras contactar con los de otros años, o bien no disponen del nuevo curso o bien ya están contratados”.

En la comarca de Monterrei, tanto Castrelo do Val como Monterrei trabajan a marchas forzadas para contratar. “Estamos traballando sen parar, porque é habitual ter problemas. Non hai socorristas”, manifiesta José Luis Suárez, regidor de Monterrei. Este año ha tenido mejor suerte Riós, que ya tiene un socorrista después de que el año pasado no pudiese abrir la piscina por no haber encontrado ninguno.

En Trives, su alcaldesa, Patricia Domínguez, pone en duda la fecha de apertura: “Dependendo de atopar socorrista e mirando a climatoloxía, queriamos abrir cando os rapaces acaben as clases”.

Por último, en la comarca de Ourense, esta problemática se une al del previsible cierre por obras de las instalaciones de Monterrei, en Pereiro de Aguiar, una de las piscinas con más afluencia de toda la provincia. De esta forma, los concellos cercanos a la ciudad tienen que tener a punto sus instalaciones para captar toda esa demanda extra que, auguran, llegará este año a sus piscinas municipales. Barbadás, Vilamarín o Toén todavía no tienen los profesionales suficientes, aunque confían en que esto se solucione antes de las fechas previstas de apertura.

La Xunta se mueve

La Xunta destina este año 289.000 euros a la contratación de socorristas para vigilar las piscinas y playas fluviales de 57 concellos de la provincia de Ourense. La partida que este año se dedica a esta finalidad asciende a 289.339 euros, lo que dará para contratar a 86 profesionales. Son cuatro socorristas más que el año pasado, y el presupuesto público se ha elevado en un 8%. Con este dinero, los espacios de baño municipales podrán tener vigilancia especializada durante dos meses de verano. Aunque esta competencia para la contratación de personal recaerá en los municipios.

Quienes quieran optar a alguno de estos puestos tendrán que tener una formación mínima, al menos una certificación de profesionalidad de socorrismo en instalaciones acuáticas o la de técnico deportivo superior en salvamento y socorrismo. Existen otras titulaciones superiores que también se aceptan para desempeñar estos trabajos veraniegos. Los graduados en ciencias de la actividad física y deporte o los titulados de ciclos superiores como el de acondicionamiento físico se aceptan.

Los favores de los vecinos con titulación, una solución frecuente

Concellos como Larouco, Petín, Vilariño de Conso, A Mezquita, A Gudiña, Celanova, Bande, Esgos o A Peroxa tratan de poner solución al problema de la falta de socorristas, aunque lo cierto es que juegan con algo de ventaja, aunque sea mínima. En todos estos concellos aseguran que, de no encontrar a un socorrista que quiera venir a sus piscinas este verano, recurrirán a candidatos que “por hacer un favor al municipio” se prestan a ser el encargado de velar por la seguridad en estos espacios, ya que cuentan con la titulación homologada.

El perfil de estos vecinos resulta similar en los diferentes casos, son profesionales que tienen un empleo pero que, o bien durante sus vacaciones de verano o bien compaginándolo con su trabajo, echan una mano en sus localidades.

Otra solución es la que hacen en Verín. Acaban de sacar esta semana la oferta de trabajo, y aunque aún no tienen cerrada la inscripción confían en cubrir sin problema las plazas, ya que el Concello imparte un curso de socorrismo en instalaciones acuáticas. “Somos el único municipio de la provincia, junto con Carballiño, que tenemos homologado poder dar esta titulación”, cuenta Rosario Rodríguez, edil de Personal del concello, quien afirma que realizaron dos ediciones del curso. La primera finalizó el pasado mes de marzo y tituló a seis socorristas y la segunda finalizará en agosto. “Facilitamos la oferta de socorristas”, concluye.

También hay que destacar las piscinas que, por sus características, no tienen tantos problemas para encontrar vigilantes. En algunos casos, esta vigilancia puede ejercerse sin el título de socorrismo ni sus equivalentes, ya que solo con tener un curso de primeros auxilios ya es suficiente para ser apto para el puesto

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