Ocho fuegos calcinaron 235 hectáreas en la provincia este mes, que coinciden con los del presente año ya que en enero no hubo incendios forestales. Cuatro de ellos afectaron al Xurés y entraron desde Portugal. La situación anticiclónica, sin lluvias y con bajas temperaturas que favorecen la aparición de heladas, es un escenario propicio para que los incendios, mayoritariamente intencionados, se reproduzcan con facilidad.
No llueve desde el 20 de enero y los fuegos han ido sucediéndose desde el 3 de febrero. El primero ocurrió en Muíños, en la parroquia de Requiás, pero solo afectó a 0,03 hectáreas. Tras él, otro pequeño conato quemó 0,02 hectáreas en Calvos de Randín, afectando al Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés.
Dos días más tarde, el 7 de febrero, ocurrió el más grande de lo que va de año. Un fuego en Muíños arrasó 160 hectáreas. Al igual que el anterior, afectó al Xurés y, según Medio Rural habría entrado en la provincia a través de dos focos originados en Portugal.
Una semana después, un nuevo foco en A Gudiña arrasaba 65 hectáreas. Un día más tarde, el Xurés volvía a arder. El último foco se dio ayer por extinguido. Ocurrió en Lobios, en la parroquia de Araúxo, pero fue extinguido a las 3,30 horas de la madrugada. Afectó a 2,4 hectáreas.
