La operación conjunta desplegada por la Guardia Civil de las comandancias Ourense y Pontevedra en septiembre de 2022 contra un grupo criminal supuestamente dedicado al robo y venta irregular de arte sacro, con ocho detenidos, ha tenido un segundo fleco para endosar un nuevo delito a uno de los investigados, un pontevedrés de 59 años. Los agentes le imputan un delito contra la flora y la fauna por tráfico de tallas de marfil de especies protegidas. En total, le incautaron 130 piezas, pero 66 son las comprometidas porque están realizadas con marfil obtenido de especies que gozan de protección.
Las víctimas, especies protegidas
El informe pericial el Ministerio de Transición Ecológica concluye que la mitad de las tallas intervenidas son de elefante, cachalote, orca e hipopótamo, animales incluidos en el convenio Cites y que tienen un grado de protección estricto y requieren, según fuentes de la Guardia Civil de Ourense, documentación expedida por los organismos competentes que acrediten su origen legal. El presunto dueño de las tallas, Miguel, carecía de documentación que acreditara la tenencia. También había otras piezas realizadas con colmillos de jabalíes y huesos marinos que no precisan de registro documental.
El valor económico de las tallas, el dinero que lograría el investigado en caso de venta, es de 32.000 euros, según los peritos. Ahora bien, el informe concluye que el daño causado a la fauna silvestre para la obtención de ese marfil está cuantificado en los 6.941.250 euros. Para ese cálculo, se tiene en cuenta el número de animales en peligro de extinción que hay que sacrificar para poder obtener el codiciado material. El Instituto Armado considera que es precisamente el comercio ilegal de este tipo de piezas está detrás de la incontrolada matanza elefantes. Periódicamente, el Seprona, junto con el Servicio Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil, inspecciones y controles en recintos aduaneros, aeropuertos, núcleos zoológicos, establecimientos de taxidermia y anticuarios.
Las tallas, de las que se hizo cargo el Juzgado mixto 2 de Carballiño, el competente en la primera investigación judicializada, fueron encontradas en el registro realizado en Pontevedra en el marco de la operación Cinquecento-Templo sagrado que desmanteló un supuesto grupo especializado en la sustracción de arte sacro de los siglos XVI y XVIII en iglesias y pazos de las provincias de Pontevedra y Ourense. En total, 117 obras.
El investigado tenía 66 piezas sujetas a la regulación del convenio Cites y carece de documentación que acredite su tenencia legal. El valor económico de estas piezas, tal como indican fuentes de la investigación, es de 32.000 euros.
