La guerra y el alza de precios dispara el gasto en calefacción de los hogares ourensanos

Una mujer regula el termostato de la calefacción en su vivienda.
photo_camera Una mujer regula el termostato de la calefacción en su vivienda.
La factura de las comunidades calentadas con gasóleo ha crecido un 70%, y se catapulta hasta un 400% en caso del gas

Ya ha llegado el frío, y los ourensanos lo notan en el cuerpo, pero también en el bolsillo. La complicada situación económica derivada de la guerra de Ucrania y de la elevada inflación está llevando a gastos mucho más elevados en un bien básico para pasar el invierno: la calefacción, que supone el 40% del consumo energético de una vivienda según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El vocal del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga), Juan Medina, apunta a que los precios para la mayoría de hogares se ha disparado este año. “El gasóleo C se ha incrementado en el último año y medio un 70% pasando de precios del entorno 0,75 a 1,275 en el último mes. El mercado es muy volátil y tenemos grandes fluctuaciones entre semanas. Las más afectadas han sido las comunidades de gas, que han sufrido subidas superiores al 400%. El Gobierno ha incluido la TUR4, pensada para comunidades de vecinos con un consumo de más de 50.000 kWh/año”, explica. Dicha medida adoptada por el Gobierno “supondrá un alivio” para las comunidades que puedan acogerse a ella.

Y si bien es cierto que existen alternativas más baratas que el gas, las circunstancias actuales de las economías domésticas “no permiten que las comunidades se estén metiendo en reformas importantes para renovación de instalaciones o implementación de energías alternativas”, ya que supone un desembolso demasiado importante que no pueden realizar. Por otra parte, todavía quedan instalaciones antiguas que deben adaptarse a la normativa vigente, por ejemplo, la instalación de repartidores de costes para individualizar el consumo de cada vivienda.

Medina apunta que las “comunidades que no han adoptado medidas correctoras con antelación, están emitiendo derramas extraordinarias para hacer frente al incremento de gasto”. Asegura que no es lo más frecuente en las comunidades que funcionan con gasóleo C; pero sí en las que emplean gas al producirse un incremento brusco de precios.

Gasóleo, lo más frecuente

El 84% de los hogares de la provincia dispone de calefacción. El gasóleo es la fuente de energía más utilizada en la provincia, ya que la mitad de los casas ourensanas con algún sistema de calor emplea este combustible; en total, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), suman  cerca de 55.000 viviendas. La segunda energía más utilizada es el gas (presente en un 19% de hogares), seguida de la electricidad (17%) y la biomasa (15%). El porcentaje restante emplea calefacciones de propano o butano u otras fuentes caloríficas alternativas.

Si se comparan las dos últimas encuestas del IGE a este respecto (2015 y 2020), hay 4.000 hogares en Ourense que se sumaron a la calefacción de biomasa, principalmente a través de las estufas de pellets, que ahora están pasando por un momento de menor auge.

La crisis impide el cambio de los sistemas caloríficos

La complicada coyuntura económica, además de encarecer el costo de calentar las viviendas, está impidiendo que los que tenían dudas acerca de cambiar su sistema de calefacción lo lleven a cabo. El empresario Jorge Bermello indica que las estufas de pellets y los calefactores eléctricos “se están vendiendo como otros años”, pese a que “la calefacción eléctrica ha mejorado mucho y permite ahorrar más”. Bermello indica que lo que sí ha cambiado es “la prioridad del cliente, que quiere que gaste poco”. En cuanto al pellet, indica que “la escasez está afectando muy seriamente al precio de éste, que se ha duplicado o incluso triplicado respecto al año pasado”.

Por su parte, Antonio López, de Calefacciones Ourense, explica que “a xente non cambia de calefacción porque non hai cartos para cambiar. Si hai curiosidade, pero, á hora da verdad, moi pouca xente se cambia”. Además, explican que “os distribuidores, nas súas charlas, siguen dicindo que o gasóleo continúa a ser a forma de calefacción máis económica”.

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