Hotusa, que inició las obras de un hotel boutique en Esgos, tuvo que pararla por falta de informes de Patrimonio
La compañía hotelera Hotusa, grupo controlado por el empresario gallego Amancio López, que logró un rescate de 241 millones de euros de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en 2021, prepara su desembarco en Esgos, donde levantará un hotel boutique en la conocida como Casa do Chinto, un caserío de indiano construido por un emigrante a Brasil a principios del siglo XX. Un desembarco que no ha estado exento de controversias. La compañía adquirió el caserío, situado en plena OU-536, en el propio núcleo de Esgos y a escasos metros de la iglesia, hace unos meses. Posteriormente, dio el pistoletazo de salida a la obra, que tuvo que ser paralizada hace dos meses.
La compañía comenzó a trabajar en la cubierta del inmueble sin contar con los preceptivos informes, ya que la “Casa do Chinto” -que estuvo ocupada posteriormente por la conocida familia Diéguez- es un bien catalogado, tal y como figura en el Plan Xeral de Ordenación Municipal del Concello de Esgos. Tiene un nivel de protección a nivel estructural y está inventariado. Se trata, según define el plan urbanístico aprobado por la Xunta, como un “gran caserío de planta rectangular sin patio central. De estilo sobrio y popular. Con cubiertas de teja plana a cuatro aguas. Tiene varias solainas y en un lateral una gran galería”.
La obra, que podrá ser retomada en breve, según algunas fuentes, continúa paralizada. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural acaba de resolver de forma favorable el proyecto, y el Concello acaba de finalizar el informe también favorable, lo que permitirá la concesión de la licencia, que todavía no tiene la luz verde.
Ahora sí, tiene la preceptiva licencia con la que prevén continuar la reforma para adecuar el inmueble a un hotel boutique. Sin embargo, la obra había sido iniciada ya hace unos meses -pasando por alto la protección de la casa-. De hecho, la casa, también conocida como “casa das provincias” es el “pazo” o “casa señorial” más conocido por los vecinos de Esgos.
La compañía comenzó la obra en la cubierta del inmueble, que entra en el nivel de protección que tiene toda la estructura, e incluso intervinieron en parte del tejado, una de las partes recogidas en la ficha de protección en el catálogo de Patrimonio. Una vez la obra fue paralizada, se les instó a presentar un proyecto adecuado a las normas urbanísticas sobre dicho inmueble, que entregaron y finalmente ha recibido luz verde de las administraciones.
