Jácome: “O sea ¿soy corrupto y luego no me pagan? Hay que pagar por anticipado”

Jácome se descubre en un nuevo audio maquinando cómo obtener dinero de los concursos públicos, evaluando riesgos, desconfiando de la temeridad de su jefe de gabinte y “conseguidor” y manifestando su miedo a ser cazado: “Si voy detenido antes de las elecciones es la polla”

Siguen aflorando los audios de Jácome. El por ahora último pone otra vez negro sobre blanco sus tejemanejes con las adjudicaciones de obras y servicios, en esta ocasión con el foco en las basuras, una de las concesiones  más golosas (el Concello prevé invertir 12,1 millones al año en la futura concesión) y actualmente en precario, con la que el regidor valora dar un pelotazo, los plazos que le quedan y los riesgos que conlleva. Gonzalo Pérez Jácome traza con uno de sus ediles de confianza, Antonio Fernández “Toño”, una especie de ensayo de cómo maniobrar para sacar dinero de las concesiones. Se muestra dubitativo; teme que de no salir elegido las empresas no le paguen.

Su interlocutor apuesta por mantener lo que se presume el modus operandi instalado en el seno del gobierno local. Le llama  “el abecé” de las contrataciones. “Con el Camilo, con los de Oreco, que ya hiciste tal…”, le explica a Jácome, que reconoce que con esas empresas “ya nos mojamos”. Sin embargo, dar un paso más -lo que en otros audios denomina como “dar el palo a lo grande”- le trae de cabeza y apuesta por centrar los esfuerzos en las basuras y “abortar” el tema de las luces (que se referiría a la instalación de luces led en todo el municipio). A su concejal, Fran “el conseguidor” y sus métodos para cobrar comisiones a empresas no le acaban de convencer, algo en lo que coincide el alcalde, que lo ve “tremendamente temerario”. De hecho, por su diálogo, se deduce que son conocedores de la existencia de grabaciones de una reunión con una empresa que les podría comprometer en caso de adjudicarle  el contrato de basuras. 

En el transcurso de este nuevo audio, el concejal le propone fijar una comida con una empresa, pero el regidor prefiere que vayan a su despacho y hablar allí de lo importante: “¿Queréis dar dinero?, ¡Que nos den pa la campaña y ya está!”. Jácome, además, desvela a cambio de qué sería este favor: “Y les daremos una obra, joder, ¿no?”.

“¿Cómo vamos a darle las basuras a ese tipo cuando hay una grabación?”

La basura, el contrato más apetecible -“¡te dan un millón y medio!”, apunta Jácome- es lo principal. Y el alcalde estudia cómo combinar un presunto soborno con la inminente cita electoral. Concluyen que lo más seguro sería apostar por empresas grandes. “Nunca aceptaríamos un soborno que nos pagaran a plazos, ¡eso ya ni de coñas! Si no ganas las elecciones no te pagan (…) Se lo pagan al PP porque del PP dependen de eso en muchas ciudades y no pueden darles la patada”, reflexiona Jácome, temeroso de no cobrar los servicios prestados. 

“Nunca aceptaríamos un soborno que nos paguen a plazos”

Su interlocutor, concejal de DO, lo emplaza a “hacer una pausa” en el denominado “tema de la pasta”, y le advierte de que todo puede complicarse y salir a la luz si sigue las indicaciones de Fran “el conseguidor”, a la sazón, jefe de Gabinete. Jácome le confirma que Fran “le da a estos tipos -no queda claro a quién se refiere- lo de la luz”, algo que indigna a su compañero de filas. “Ni se te ocurra meter a la empresa constructora en lo de la luz, ya andan hablando de Oreco (…) ¡Hay cosas en las que hay que dejar de cobrar!”, advierte un Antonio Fernández que le insta a “abortar” el plan de la luz, logrando convencer a Jácome. 

“Y les daremos una obra, ¿no? ¿Tú qué dices?”

Sin embargo, el alcalde insiste en lo de las basuras, y en el interés de grandes empresas, a las que sí mirarían con buenos ojos. “Ferrovial sí que te la da, Ferrovial es deluxe”, señala Jácome, que pone sobre la mesa un posible montante: 600.000 euros.  Eso sí convence a su interlocutor, quien le anima a arriesgar: “De ahí sí, cuando una empresa es grande tiene sentido”. 

El cobro por anticipado sigue siendo la preocupación. “Por anticipado no te lo da”, insiste Jácome. “¡Pues te la juegas!”, le responde su interlocutor, algo a lo que el alcalde no está dispuesto. Quiere cobrar antes, por si acaso: “Se me queda cara de gilipollas. O sea, ¿soy corrupto y luego no me pagan? Hay que pagar por anticipado”. Las dudas desbordan al alcalde: “Si voy detenido antes de las elecciones es la polla”.

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