Si el juez de Instrucción 2, Luis Doval, estuvo viendo este jueves por “streaming” la rueda de prensa de Gonzalo Pérez Jácome habrá sacado alguna conclusión sobre si acepta la querella de la Fiscalía contra el alcalde de Ourense por la presunta malversación de casi 100.000 euros. Al menos, que el regidor y líder de DO no tiene demasiada intención de aclarar los comportamientos que han provocado la actuación del ministerio público.
Para la hemeroteca quedará que Jácome, un hombre que ha hecho de la contradicción un estilo político, iniciase su intervención señalando que “cuando alguien se contradice ya ha perdido”. A partir de ahí, la rueda de prensa fue uno de esos ejercicios borrosos que tanto le gusta practicar al regidor: el grupo municipal DO es el partido, DO es Auria TV y todo es él. Nunca lo ha ocultado y este jueves volvió a repetirlo durante 40 minutos. Para el ourensano que hoy tenga dudas sobre el destino de las ayudas recibidas por DO para su actividad política, Jácome lo resume: “Los que formamos DO -ese partido de líder único- creemos que lo más conveniente es gastar el dinero donde consideramos más rentable, que es Auria TV – es decir, su negocio-. Lo hicimos, lo hacemos y lo seguiremos haciendo (…) Hacer esto no solo es ético sino lo ideal”.
NÚCLEO DE LA QUERELLA
El núcleo de la querella de la Fiscalía está en el destino del dinero transferido por el Concello a la cuenta del grupo municipal de DO entre 2015-2018 y retirado mediante cheques por Jácome. Ese dinero no está en la contabilidad del partido, que siempre se ha caracterizado por tres rasgos: la opacidad, la ausencia del rigor contable -las del 2020, por ejemplo, no cuadran- y ese supuesto destino hacia Auria TV bajo el epígrafe de “Comunicación”. Al alcalde, que también reconoció que factura esos fondos como autónomo, le parece todo perfectamente legal: “¿Dónde está escrito que sea ilegal que yo tenga una televisión y yo le cobre a quién me quiera contratar esos servicios?”. Es decir, el político Jácome negocia con el Jácome autónomo las tarifas de las acciones comerciales de DO que Jácome había decidido financiar con las subvenciones públicas negociadas y recibidas por Jácome.
Aún siguiendo su razonamiento -es necesario el acto de fe ante la ausencia de cualquier papel- queda saber qué quiere decir cuando señala que “todas las partidas tienen un porqué”. Para eso hay que detenerse en Auria TV. Como si fuese algo disparatado, ayer él descartó que se estuviese enriqueciendo a cargo de las subvenciones: “No tienes ni idea de lo que cuesta una televisión”, señaló antes de comparar su artefacto con Telemiño. Para completar habría que aportar algún dato: Auria TV no es una empresa, solo es la identificación dada por Jácome a su canal alquilado en el espacio de la vieja Localia; tiene cero trabajadores -su cámara es un eventual del Concello- y su programación se limita a reposiciones en bucle de plenos y algún reportaje. Mientras, Telemiño genera más de una veintena de empleos directos y otros tantos indirectos; posee más de una treintena de accionistas, una elaborada programación propia y es plural a nivel político -frente al “Aló, presidente” de su “rival”-.
“CERO PREOCUPACIÓN”
Jácome dice no estar preocupado por la querella. Por eso el martes cargó junto a Ojea cuestionando la independencia de la Fiscalía en mensajes borrados y ayer estuvo un rato divagando sobre la paternidad del anónimo que arrancó la investigación de la Fiscalía. Señaló al entorno de Áurea Soto. La exedil socialista lo niega y añade: “Si lo hubiese hecho yo ya sería público”.
