Crisis del coronavirus

Los niños del confinamiento

OURENSE 30/03/2020.- Historias del coronavirus. Aplausos solidarios. José Paz
photo_camera Dos pequeñas salen al balcón con un adulto, durante los aplausos solidarios en Ourense. //José Paz
Seixalbo recoge firmas para que puedan hacer los deberes online, en Vilariño de Conso llevan las tareas puerta por puerta y las anpas detectan que uno de cada tres críos sufre la brecha digital

 Los más pequeños de la casa también son héroes del confinamiento. Lo dicen las familias, los profesores y los expertos. El estado de alarma pone una vez más al descubierto la brecha social que dificulta el acceso de calidad a la “teledocencia” de niños en situación más desfavorecida. La primera encuesta de la Confederación Galega de Anpas Públicas sobre la situación de las familias gallegas deja claro que uno de cada tres niños tiene dificultades para conectarse a Internet y dos de cada tres tienen que compartir el ordenador o la tablet con sus familias. Un millar de familias ourensanas participaron en el cuestionario, del total gallego de 5.000, reflejando también problemas como la falta de un espacio propio en la casa para el alumno o casos de hasta seis horas diarias dedicadas a la actividad lectiva.

Cristina Nóvoa, maestra de Carballiño en un colegio rural de Salamanca, señala que “el confinamiento va a tener repercusión psicológica en los niños, pero se va a notar mucho más en los que tienen una situación económica más desfavorecida. Los niños necesitan moverse, hacer ejercicio, experimentar… Cuantos más días se acumulen, la situación  se hace especialmente dura para ellos”.

“Los niños lo pasan mal"

José Antonio Álvarez Caride, presidente de la Federación de Anpas Públicas de Ourense (FAPA) es crítico con la ministra de Educación: ¿Volver a las aulas 15 días para los exámenes? Yo no mando a mi hijo, hay que ser consecuentes y responsables”. Alerta de las desigualdades de la teleformación para parte del alumnado, con bajo o nulo acceso a Internet. También del exceso de trabajo. “Los niños lo están pasando muy mal, no han podido salir a la calle desde hace un mes. Y no todas las familias están formadas socioculturalmente para esto. No tenemos que ser profesores en casa. Y los profesores sufren porque no se habilitado una pauta común”. Pone el foco en los niños con necesidades especiales: “Por muchos medios que tengan en casa, les falta terapia, apoyo, logopedia, integración...Nos estamos olvidando de ellos”.

 

Soluciones al comedor

Los niños becados en el servicio del comedor del colegio preocupan, pero ya se están buscando soluciones. El comedor social de Cáritas está ofreciendo alternativas para ello. “También hemos hablado con la concejalía de Bienestar Social para buscar soluciones”, apunta Caride.

 

En el rural, reinventándose

Brais Afonso es director del colegio público San Marcos de Vilariño de Conso, que en los últimos años va ganando el pulso para mantenerse abierto con matriculaciones a cuentagotas. Son dos profesores en el centro los que atienden a ocho alumnos. El acceso a Internet en las aldeas de Vilariño no es el más adecuado. Pero se las han ingeniado. “Estamos intentando propoñer actividades dende o Facebook do cole, pero é complicado. Hai dificultade coa conexión a Internet.

Estamos en contacto coas familias a través de WhatsApp e chamadas. E os dous profes nos ofrecemos se hai que facer videochamadas”. En este caso, lo de ser pocos les beneficia. “Con esta situación a atención é aínda máis personalizada”. El Concello de Vilariño de Conso acercó a cada una de las ocho familias del colegio desayunos saludables y les llevó material escolar para que siguiesen el ritmo de aprendizaje. “Incluso familias que non teñen conexión a Internet permanente, o Concello ofreceulle a posibilidade de ir á biblioteca por turnos”, explica el profesor.

“En los pueblos los niños siempre son los que menos posibilidad tienen de acceder a la tecnología, pero en este caso tienen más suerte que los niños de la ciudad. Todos mis alumnos me han grabado vídeos jugando en sus patios, con los animales...Pueden colaborar con sus padres en las labores del campo”, apunta la maestra Cristina Nóvoa.

Firmas en Seixalbo

Y casi sin salir de Ourense, en Seixalbo los problemas de acceso a Internet se agravan. Los vecinos han recogido más de 250 firmas y solicitan una reunión con el alcalde para solucionar la falta de fibra óptica. Los firmantes relatan "imposibilidade de manter unha normalidade durante o confinamento. Non podemos desempeñar traballo nin clases online. Se sumamos que  nun fogar debe conectarse máis dunha persoa a vez..."

 

Sinfín de propuestas
Iniciativas para ayudar a los más pequeños, especialmente los que están en una situación más desfavorecida, las hay por toda la provincia. Varios concellos han puesto a disposición de las familias la posibilidad de imprimir las tareas escolares de manera gratuita. También se está extendiendo por Ourense la iniciativa de “Abre tu wifi”, que invita a las comunidades de vecinos a dejar la conexión a Internet sin clave entre las 10,00 y las 14,00 horas para que los chavales puedan descargar las tareas del colegio. 

Y el confinamiento también entra en el currículo. Esgos invita a los niños del concello a enviar cartas a los mayores del Centro Residencial Tercera Edad de Esgos. Una iniciativa más para que los niños aprendan de forma diferente.

Un decálogo gallego para usar las pantallas “con sentidiño"
La Asociación para a Saúde Emocional na Infancia e Adolescencia (ASEIA) dispone de un servicio de atención emocional en la que cuidadores de niños de 0 a 11 años expresaron ya sus inquietudes. Según el balance, a las familias ourensanas les preocupan cuestiones como “ a xestión das tarefas académicas, o manexo de reaccións de irritabilidade, hipermotricidade, ou tristeza e problemáticas de conductas conflictivas”. Los expertos alertan también de las consecuencias del abuso de las pantallas. Precisamente por este motivo, psicólogos, pediatras y asociaciones gallegas han elaborado un decálogo de recomendaciones a las familias para gestionar el uso de las pantallas. El decálogo destaca la importancia de establecer normas y límites de uso, pero nunca restringir. Elaborar un horario compartido, ser flexibles, educar en valores, ver a qué juegan los niños en Internet, no culparse o fortalecer la familia. El último consejo de los expertos es el "sentidiño".

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