María Elena Rodríguez (78 años) vive sola pero, como ella dice, “no con soledad”. Durante 45 años fue maestra, “daba ciencias sociales en el instituto de Celanova, pero me cansé de la juventud y me cambié a Primaria en Ourense para no estar todo el día cabreada”, relata.
Se jubiló a su pesar, pero encontró en la soledad de su vivienda un universo de posibilidades. “Me entretengo muchísimo, leo, hago ejercicio, estudio francés, escribo y hago autodefinidos. Estoy muy a gusto en mi casa, nunca me aburro”, asegura. Además, añade que no ve la televisión, “solo el telediario, pero es un poco pesado”.
Para socializar, acude a las clases de francés de Ategal, donde aprovecha para conversar y tomarse una caña al terminar con sus compañeras.
Para llevar tan bien como ella la soledad, recomienda “tener una actitud positiva e ilusiones” y “no dejar de hacer cosas mientras se pueda”.