Soledad en positivo: tener una ilusión

Tener ilusión, cultivar las aficiones y estar ocupado son la clave para combatir los días de soledad para algunos mayores. Los hay, como María Elena Rodríguez, que disfrutan de su tiempo para “leer, estudiar o tomar una caña con las amigas”

Las aulas de mayores de Ategal son una opción para paliar la soledad en la tercera edad. La mayoría de los usuarios son mujeres viudas, que se encuentran con un panorama nuevo en sus vidas: deberse únicamente a ellas mismas. Marisa Justo, la directora del programa, explica que “muchas aprovechan para recuperar actividades  que tuvieron que dejar cuando se casaron o tuvieron hijos, como pintura o los idiomas”. 

Por otra parte, también acuden hombres. Sobre todo, para aprender a manejar ordenadores o a hacer gimnasia porque sus hijos les enviaron allí. “Pero es raro que vengan por iniciativa propia”, indica Justo. 

En Ategal consideran que la tercera edad es el mejor momento para hacer todo lo que antes no se pudo

Allí,  además de cursar francés, historia del arte, tecnología básica o hacer ejercicio, los mayores hablan -en muchos casos por primera vez en todo el día- con otras personas en su misma situación. “La gente se busca sus propias armas para sobrevivir, viniendo se acostumbran a salir de casa, a arreglarse y a socializar. De lo contrario, nunca se mueven y se agrava su estado físico”, apunta Justo. 

En Ategal consideran que la tercera edad es el mejor momento para hacer todo lo que antes no se pudo. Además, “crean un núcleo de personas que se preocupa por su estado y socializan juntos”, añade.

Testimonios

El alumnado de Ategal representa el mejor ejemplo de envejecimiento activo, quieren seguir "dando más vida a la vida".

 

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