Mercedes Hernández es médica de Atención Primaria y coordinadora de “Salubrízate”
Ante las elevadas temperaturas de estos días, toda precaución es poca. Mercedes Hernández, médica de Familia en el centro Novoa Santos de la ciudad y coordinadora del programa ourensano “Salubrízate” de hábitos saludables pone énfasis en el cuidado, en especial, en personas vulnerables.
¿Qué debe hacer la población ante estos episodios de calor extremo?
Lo más importante es beber agua de forma continuada, aunque no sintamos sed. Agua del grifo, no hace falta embotellada. Además, a los grupos sensibles, los niños o las personas con algún deterioro cognitivo, debemos ofrecerles agua a menudo, porque ellos no la piden.
¿Cuáles son los signos de deshidratación más evidentes?
La orina es un buen indicador. Si está muy cargada, denota deshidratación, si está clara, parecida al agua, estamos bien.
Habla de beber agua, ¿los refrescos sirven?
No son recomendables porque tienen mucha azúcar, como los zumos de frutas. Estos días mucha gente se va a tomar cañas para refrescarse, pero es un gran error porque el alcohol nos deshidrata y tiene calorías vacías. Lo mejor: agua, ya sea del grifo, ya sea infusionada o limonada. Y de comidas, mejor alimentos frescos. Las legumbres frías pueden ser una buena opción, combinadas con hortalizas, atún, huevo cocido…
Si hay que salir de casa…
Lo primordial es buscar la sombra, procurar no movernos con rapidez y no salir a hacer ejercicio porque sí en las horas centrales del día. Se recomienda usar sombrero, protección solar y ropa fresquita, liviana.
¿A qué síntomas se debe prestar especial atención?
Con este calor podemos sentir sofocos después de un rato expuestos al sol. En este caso, lo mejor es salir del sol, beber agua y esperar a que se nos pase. En caso de marearnos en la calle, es muy importante que la gente de alrededor actúe: socorra a la persona desmayada, la coloque de lado, avise a emergencias y, si puede, la pulverice con agua.
¿Y en el caso de un golpe de calor?
Si es un golpe de calor, en el que la temperatura corporal aumenta hasta los 40 grados, puede haber delirios, estupor, arritmias y pérdidas de conocimiento. Si lo detectamos, lo más importante es enfriar a la persona, colocarla en postura lateral y pedir ayuda a emergencias.
