Valcárcel y PP abren la puerta a gobernar juntos Barbadás

"MANIOBRA POLÍTICA"

El alcalde dice contar con los apoyos y los populares aseguran que quieren facilitar la “gobernabilidad”

Xosé Carlos Valcárcel entra ayer al pleno provincial.
Xosé Carlos Valcárcel entra ayer al pleno provincial. | Miguel Ángel

La crisis de gobierno en Barbadás transitó en apenas 48 horas desde el borde del abismo hacia un inesperado escenario de entendimiento. Xosé Carlos Valcárcel, quien esta semana abandonó la militancia del PSOE para pasar al grupo de no adscritos y mantener la alcaldía, y el Partido Popular, la fuerza mayoritaria de la oposición, abrieron ayer la puerta a una colaboración que garantice la estabilidad del municipio, aislando así las maniobras de bloqueo surgidas tras la dimisión en bloque de cinco concejalas del equipo de gobierno a raíz de las acusaciones de acoso laboral contra el regidor.

La jornada comenzó ayer con la imagen de un gobierno local en cuadro, formado únicamente por tres personas: el alcalde Valcárcel, el concejal socialista José Manuel Morgade -único fiel al regidor tras el cisma- y el edil de Democracia Ourensana, Daniel Rey. Pese a la soledad aritmética frente a una corporación de 17 ediles, Valcárcel se mostró firme a su llegada al pleno de la Diputación, amparándose en los “case 2.000 votos” que avalaron su candidatura y en la necesidad de evitar un vacío de poder.

El exsocialista carga contra sus cinco excompañeras por intentar “descabalgar” el gobierno elegido en las urnas

Lejos de amilanarse, el alcalde cargó duramente contra la estrategia de las cinco ediles socialistas que abandonaron el ejecutivo. Valcárcel cuestionó la legitimidad democrática del movimiento, preguntándose abiertamente “como é posible” que cinco concejalas “intenten descabalgar un goberno” que fue elegido por los vecinos. Para el regidor, la dimisión en bloque no responde a principios éticos, sino a una “maniobra” política. Frente a este intento de derribo, aseguró sentirse reforzado por “centos de chamadas” de apoyo recibidas en las últimas horas, tanto de vecinos como de militantes y cargos orgánicos que no comparten la hoja de ruta de la dirección provincial socialista.

El punto de inflexión político llegó desde las filas del PP. Si el pasado miércoles exigían dimisiones, ayer la consigna era la prudencia y la responsabilidad. Luis Menor, presidente provincial de los populares, desactivaba la ofensiva política apelando a la “presunción de inocencia” del alcalde, recordando que este “nin sequera ten coñecemento do escrito” de la denuncia interna por acoso laboral que detonó la crisis en el PSOE, eso sí, matizando que la víctima tendrá “todo o noso apoio” si se demuestra que hubo acoso.

En sintonía, horas después, la portavoz local del PP, Consuelo Vispo, declaró que su grupo está “dispuesto a dar gobernabilidad” a Barbadás. Ante esta mano tendida, y preguntado por si el futuro pasa por un gobierno de coalición o un pacto estable con los populares, Valcárcel no cerró ninguna puerta y dejó una frase para la hemeroteca: “Tempo ao tempo”.

Mientras PP y alcalde acercan posturas, el BNG intenta, sin éxito, armar una alternativa. Los nacionalistas emitieron un comunicado ofreciendo su apoyo a una moción de censura para destituir a Valcárcel, pero impusieron una línea roja que hace la propuesta inviable: exigen que el nuevo gobierno esté liderado por una de las cinco concejalas socialistas dimisionarias y vetan explícitamente cualquier participación del PP o de DO.

La matemática electoral desactiva esta opción. Las 5 exconcejales socialistas sumadas a los 2 ediles del BNG alcanzan los 7 votos. La mayoría absoluta en Barbadás está fijada en 9. Sin el concurso del PP -al que el BNG veta-, la moción es casi imposible.

El tercer vértice del gobierno actual, DO, mantiene su apoyo al alcalde, pero con matices. Daniel Rey, actual responsable de Emergencias, se definió como “fiel defensor de las urnas” y aseguró que “por ahí deben seguir los tiros”, rechazando experimentos extraños. No obstante, Rey lanzó un aviso a navegantes: su continuidad “no está garantizada” al 100% y dependerá de las directrices que marque Gonzalo Pérez Jácome desde la ciudad. “Depende de las decisiones que tome el propio alcalde y a quién quiera arrimarse”, advirtió.

Por último, Ramón Padrón, concejal del Partido Galego, critica lo que considera un “mercadeo de intereses” por parte de los grandes partidos. Padrón anunció que su formación se reunirá este fin de semana para analizar el “taboleiro final” y tomar una decisión “sobre papel firmado”, sin descartar ninguna vía, aunque su único voto no será decisivo si PP y Valcárcel suman sus fuerzas.

Las cinco concejalas del PSOE dicen que el alcalde las amenazó con el cese

Las cinco concejalas socialistas volvieron a justificar su ruptura con el alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, que achacan a un acoso laboral tras el supuesto so de acoso sexual ocurrido en 2024 por parte de un exedil. Admiten que conocían los hechos, pero aseguran que el regidor las coaccionó para callar: “Sufrimos unha situación de ameazas pola súa parte, na que nos chegou a dicir que se denunciabamos cesaríanos de forma fulminante”, además de dirigirles “en numerosas ocasións palabras fóra de lugar ás cinco”.

Las cinco edilas relatan que la víctima no llegó a ir al juzgado porque “afundiuse psicoloxicamente por mor das presións continuas do rexedor”, viviendo un “calvario” que la llevó a estar de baja médica y “sen forzas” para denunciar. Califican de “inadmisible” que Valcárcel intentase “tapar o caso” y que, cuando el supuesto agresor dimitió, el alcalde lo despidiese en el pleno entre elogios. La “gota que colmou o vaso”, dicen, fue ver al alcalde impulsando ahora un manifiesto contra el acoso.

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