El río Miño y el Sil amenazan con desbordes tras las lluvias y el deshielo

El deshielo de la nieve en la montaña hace temer subidas del caudal que acaben en inundaciones

El temporal de nieve remitió este jueves, pero las lluvias persistieron y el deshielo amenazó con desbordar varios cursos fluviales de la provincia de Ourense. La jornada de ayer fue de resaca meteorológica, de precaución ante las consecuencias y de prudencia ante la evolución de las lluvias y nevadas. De hecho, Meteogalicia puso en alerta amarilla a partir del mediodía a la montaña ourensana por precipitaciones.

El principal quebradero de cabeza en Ourense fue, como en buena parte de Galicia, la vigilancia del estado de los ríos. La Dirección Xeral de Emerxencias e Interior, dependiente de la Xunta, activó el Plan Especial ante el Riesgo de Inundación en Galicia (INUNGAL) como medida de alerta frente al posible desbordamiento del Miño en A Peroxa y Ourense, del Avia en Ribadavia y del Sil en O Barco de Valdeorras.

En esta última localidad, los sacos terreros continúan colocados junto al curso del arroyo Mariñán, que desemboca en el Sil, como defensa ante una posible riada. “Hay que estar preparados porque puede venir el deshielo, y puede ser más peligroso que lo del otro día. Todo el dispositivo está activado y, si fuera necesario, lo pondremos en marcha”, comentaba ayer el alcalde barquense, Alfredo García.

A partir de las ocho de la tarde, el río Miño superó el umbral de alerta en el concello de A Peroxa. Al cierre de esta edición, en la ciudad el caudal había alcanzado el umbral de prealerta, el segundo de los tres niveles existentes; el Avia superaba el de activación -el primer nivel- en Ribadavia, y el Sil se mantenía dentro de valores normales en O Barco.

En Xares (A Veiga), como en muchos otros puntos de la montaña, los mercurios se desplomaron por debajo del cero. Su estación meteorológica marcó la temperatura mínima de Galicia en la madrugada de ayer, alcanzando los -5,9º. En Lardeira (Carballeda) se registraron rachas de viento de 87 km/h. En cuanto a las precipitaciones, se rozaron o superaron los 40 litros por metro cuadrado en las zonas de montaña. Para la jornada de hoy, solo hay activas alertas en la costa. Se espera que suban las mínimas, pero las lluvias no se irán.

La red viaria sigue afectada por nevadas y aguaceros

La montaña ourensana siguió registrando problemas en la red viaria durante la jornada de ayer, debido a que la nieve no dio tregua en las cotas más altas. En A Veiga se vivió una jornada intensa centrada en la retirada de la nieve de los accesos a los pueblos. En la parroquia de Xares, perteneciente a este mismo concello, una máquina quitanieves de la Diputación se salió de la vía. En el vecino municipio de O Bolo, dos turismos acabaron en la cuneta como consecuencia de la nieve, que también complicó la circulación en el Macizo Central, con precipitaciones que dejaron estampas blancas en enclaves como Manzaneda.

Por otro lado, permanecen los daños que causaron los aguaceros en las carreteras de la provincia. En el concello de Vilamartín de Valdeorras, la Diputación adoptó, con el apoyo de la Confederación Hidrográfica, una medida provisional y urgente para facilitar el acceso a los pueblos de Robledo y San Vicente. Ambos núcleos quedaron aislados después de que una fuerte riada del arroyo Pereanes derribase el vial que los mantenía comunicados. Ayer se colocó una pequeña pasarela peatonal, y ahora, Acoval trabaja para colocar una plataforma metálica destinada al paso de turismos.

El 112 Galicia registró más de 1.500 incidencias en toda la Comunidad

El temporal de nieve, lluvia y viento provocó que el 112 Galicia registrara 1.543 incidencias en toda la comunidad. La mayoría de ellas se debieron a caídas de árboles y problemas en las carreteras (633), de postes o cables (166), la nieve (156), por anegamientos o inundaciones (101), desprendimientos de piedras y tierra (51) o por derrumbamientos (36). En cuanto a las zonas más afectadas, A Coruña fue la provincia más castigada, con 640 casos, seguida de Pontevedra (392), Lugo (369) y Ourense (138).

Además, quedó restablecida la circulación ferroviaria en la línea Ourense-Santiago, a la altura de Silleda, hacia las 4.30 de la madrugada del jueves, tras el descarrilamiento a causa de un desprendimiento de tierra y piedras de un convoy en el que viajaban 16 pasajeros, que resultaron ilesos.

El mal tiempo dejó sin clases a muchos alumnos gallegos. De hecho, tres centros mantenían ayer la actividad lectiva suspendida, según datos de la Consellería de Educación. Se trata del CFEA de Becerreá, con 62 estudiantes; el CPI Poeta Uxío Novoneyra, en Folgoso do Courel, con 39; y el CEIP de Negueira de Muñiz, con 14. Además, se produjeron problemas con el transporte escolar en 16 centros, de cuyas aulas se ausentaron 467 alumnos.

 El concello de Begonte concederá ayudas de 500 euros por familia a los afectados por las inundaciones registradas tras la crecida del río Ladra, causadas por las intensas lluvias .

 Aunque el temporal ha remitido en el interior, un nuevo frente obligó ayer a la Dirección Xeral de Emerxencias a activar la alerta naranja por fuerte oleaje en la costa de A Coruña y Lugo. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se preveían vientos de fuerza ocho y olas que podían superar los seis metros de altura.

Te puede interesar