La nueva Xunta de Galicia deberá ejecutar 300 millones en proyectos para Ourense

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photo_camera La nueva sede de la Xunta en Lagoas, la senda intermodal de As Caldas a Expourense o el parque acuático de Monterrei, entre los proyectos pendientes.
La ampliación de los polígonos, con 83 millones; las obras del CHUO, con 25; el Centro Integral de Loita contra o Lume, con 15, y viviendas sociales, con 11, son los deberes de mayor importe para la Xunta de Galicia en Ourense

Alfonso Rueda será investido hoy presidente de la Xunta por los próximos cuatro años, y renueva en el poder con una mochila de compromisos y grandes proyectos pendientes que suman al menos 300 millones de euros y que deberían estar completamente finalizados antes de que en 2028 ponga fin a este nuevo mandato. 

El nuevo gobierno autonómico tiene muchos compromisos en marcha o por desarrollar, ya anunciados o pendientes de hace años. Aunque en campaña electoral, el propio Alfonso Rueda firmó con el presidente de PP ourensano, Luis Menor, una lista de 12 compromisos con la ciudad, a estos se suman al menos una quincena más recopilados por este periódico, una lista de los más reseñables. Son todos los que están, pero no están todos los que son. 

Si en otras legislaturas, la inversión en equipamientos sanitarios se llevaba la palma de las inversiones, en esta ocasión el ámbito de la salud debería compartir protagonismo con el industrial. De hecho, el propio Rueda manifestaba en su discurso de investidura que la energía y la industria serían ejes clave del mandato que ahora comienza. 

Ahí está la gran inversión pendiente en la provincia. Un total de 83 millones de euros en juego para materializar la ampliación del Polígono de San Cibrao (que se debería ejecutar antes de acabar 2025), la ampliación de Pereiro (el año siguiente) o la puesta en marcha del ansiado polígono industrial de Paderne (tras el fallido proyecto de Val da Rabeda). Todos ellos tienen los proyectos aprobados o en fase de redacción y está en manos de Rueda y su gobierno poner las aplicaciones presupuestarias necesarias para convertirlos en realidad. 

 Por supuesto, el eje sanitario será el segundo sobre el que debe pivotar el futuro de la provincia en los próximos cuatro años, máxime en un Ourense cada vez más envejecido y con más necesidades. Esta legislatura se debería poner punto y final al Plan Director del CHUO, con la finalización del nuevo edificio de 12 plantas que se está construyendo al lado del Cristal y con la reforma del Materno Infantil, cuyo deterioro desde hace años causa múltiples quejas de los usuarios. A ello se suma la finalización de las obras de reforma en los hospitales comarcales y la construcción de los cinco centros de salud comprometidos. 

Además, dos de las joyas de la corona deberían estar ya construidas antes del fin de legislatura: son los nuevos Centros Integrales de Salud Nóvoa Santos (en la ciudad) y Carballiño, que aglutinan centros de salud y Puntos de Atención Continuada, y que entre los dos aglutinan una inversión superior a los 20 millones de euros. 

Más allá de estos grandes equipamientos, hay otros que llevan años de retraso y que ya están en la recta final y deberían culminarse los próximos meses: El Centro de Personas con Discapaciadd de Barrocás y el parque acuático de Monterrei (Pereiro de Aguiar). En este último caso, Rueda tiene en su mano evitar el fiasco del verano pasado, cuando el retraso en las obras impidió abrir las piscinas casi toda la temporada estival.

En cuestión de carreteras, tres son los deberes más urgentes. Entre ellos, poner por fin en marcha el acondicionamiento de la OU-533 y de la OU-540, ambos con los proyectos avanzados para poder ser licitados. Además, la Xunta se comprometió a crear un nuevo acceso al CHUO desde la N-525.

Además, la ciudad debería ver como muy tarde en 2025 cómo se remata la famosa macrosenda peatonal y ciclista que cruzará la ciudad desde la intermodal hasta Expourense, ya en obras.

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