Obituario | Eladio Eugenio Quevedo Almoina, de la Coral y siempre dispuesto

Eladio Eugenio Quevedo Almoina
Eladio Eugenio Quevedo Almoina

Si alguien hubo más ligado a la Coral de Ruada, entre estos sobresaldría la figura de Eladio Quevedo, de tan aficionado a la música, sobre todo a los instrumentos galaicos de percusión o soplado como la gaita que él portaba como distintivo de galleguidad y que le acompañaba siempre en cualquier enxebre celebración. Igual prestaba su voz en el coro como se implicaba en clases sobre la gaita y los instrumentos de percusión.

Quevedo, nombre por el que se le conocía, muchos ignorado su propio nombre, ya era sinónimo de gaita gallega, corista y ese amigo siempre presto a amenizar una fiesta. Lo recuerdo en el monasterio de Oseira animando con los sones de su gaita a toda una concurrencia de cajistas de Italia invitados por sus homónimos de CaixaOurense, concentrados en el claustro un lluvioso día.

Su amor por la Coral de Ruada más que demostrado y reafirmado todavía más en tiempos de crisis de la institución corista donde él ya como formando parte del elenco de acompañantes instrumentales de los cantores no faltaba a los desplazamientos de una Coral de Ruada de la que fue directivo en varias juntas y un presidente que debió también lidiar con su flema en tiempos difíciles.

Nosotros siempre identificamos al colega Quevedo y a la Coral como si uno fuese durante su etapa de 34 años en la entidad Caja de Ahorros Provincial de Orense, como se decía antes de su reconversión en CaixaOurense. Un compañero excelente donde los hubiese, afable por demás, cariñoso y comprensivo atendiendo a la clientela con ese marchamo de humor expansivo que contagiaba tras la mesa o el mostrador.

Deja tantos amigos de entre los que muchos compañeros de laboral convivencia que expresaban su amistad a través de las redes sociales, señal de lo que impactó su marcha, porque no se suele manifestar tanta amistad por estos medios ya sean mensajes ya whats app. Con esto debemos quedarnos los que tratamos a Quevedo, un hombre recordado por lo mucho que significó su tránsito por esta vida no solo para su esposa e hijos a los que percibimos que muy pagados por las muestras de cariño de las que una persona como Quevedo sabía hacerse acreedor. Amigo Quevedo, allá dondequiera que te hallares, si ello posible fuera, pero sí lo es el recuerdo que dejas de hombre bueno y de provecho, ilusionado con su Coral y con ese derroche pródigo en sonrisas, de quien se podría decir que solo amigos deja quien nunca tras de si ni a un solo enemigo hallaría, lo que ya es mucho decir de una tan significativa personalidad.

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