Sociedad

Los okupas se atrincheran en la Plaza de Abastos y demandan casas dignas

Ourense 2/3/20
Obras plaza de abastos

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Un vecino mira las obras en la Praza de Abastos. (Foto: Martiño Pinal)
La empresa que realiza la reforma del Mercado ha retirado en apenas dos días 42 toneladas de escombro y basura

La obras de reforma de la Plaza de Abastos de la ciudad llevan dos días en marcha mientras un grupo de nueve personas de vida marginal sigue okupando la zona y aseguran que no se moverán de la misma hasta que no llegue una orden judicial y no les ofrezcan alguna alternativa, ya que viven en una situación precaria y solo tiene la Plaza como lugar de acogida. Algunos ya se marcharon, según el Concello, pero quedan, según dicen, "los más conflictivos". Mientras, los placeros, atónitos por la presencia de estos okupas, solo confían en que ahora no se atrincheren en el rianxo, la única zona donde no habrá reforma. 

Dos parejas, una de ellas con un hijo ya mayor de edad y un perro, así como otro par de personas siguen haciendo su día a día en la Plaza y no están dispuestos a irse si no media resolución judicial. En solo 48 horas, los operarios de la empresa Acciona, adjudicataria de las obras, han retirado 42 toneladas de escombros o materiales orgánicos de los puestos adyacentes al edificio de la Plaza, que van a ser demolidos, y que esperan ahora a una empresa externa  especializada pase a retirar los tejados de los puestos, debido a la acumulación de amianto, un material de construcción presenta en las uralitas y que puede causar riesgo respiratorio. 

Ayer, la CIG alertaba de la "absoluta necesidade" de extremar las medidas de seguridad en la demolición y gestión de residuos de esta obra, " debido á máis que segura presenza de amianto, especialmente nas placas de fibrocemento". A falta de los tejados, la empresa ha estado quitando personas y ventanas de los distintos puestos.

De las toneladas de basura retiradas muchas han sido generada por las personas que han vivido en los puestos durante los últimos meses. "Muchísimas jeringillas", apuntaban ayer a pie de obra, como apunte a la marginalidad creada durante este tiempo en el mercado principal de la ciudad y que, pese a todo, no parece tener fin.

Llamados por la justicia

La situación de los okupas del mercado es la que más preocupa actualmente. El día 16 están llamados a declarar ante la Justicia, y, consultados por este periódico, dicen que no se irán hasta que los echen con una orden judicial. Permanecen en uno de los laterales adyacentes al edificio principal y así seguirán. Una de las parejas tiene un perro, del que no se separarán "porque nos ha salvado la vida en varias ocasiones". Esto complica su realojo en el Fogar do Transeúnte, alternativa propuesta por el Concello, si bien desde Cruz Roja, donde les ofrecen cada 15 días asesoramiento y orientación, apuntan a que el perro podría ser cuidado temporalmente en la protectora de animales.

En todo caso, parecen muchos los lazos sentimentales tanto con el animal como con la Plaza, y estos okupas no quieren dejar el recinto. La empresa, salvaguardando de momento el espacio de estos "residentes temporales", a la espera de una orden judicial  solicitada por el Concello para el desalojo, ha habilitado el paso provisional desde la calle los puestos que okupan.

De momento, no se van, aunque reconocen ser okupas. "Esperaremos a que llegue una orden judicial", insisten. Detrás de todo ello, sigue escondiéndose una historia humana complicada, que estremece a cualquiera. Aparte de los problemas de marginalidad que atraviesan los okupas, algunos de ellos con un historial delictivo muy amplio, hay también problemas de índole humana difíciles de gestionar. Uno de los okupas, Esteban García, sufre un cáncer de páncreas que le obliga a  acudir de forma regular al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense a tratarse. 

¿Qué pueden hacer? La concejala de Asuntos Sociales, Eugenia Díaz Abella, asegura que les hacen un seguimiento desde hace tiempo "y que se les han ofrecido programas de apoyo social y acudir al Fogar do Transeúnte, algo  que han rechazado". En todo caso, y ahora que las obras se han retomado, "volveremos a intentar que entren en estos programas". El problema es el realojo permanente, que los okupas reclaman, y que no tiene fácil solución. "Hay tres viviendas de emergencia y están ocupadas", apunta Díaz Abella, que está dispuesta a buscar soluciones, "aunque lo primero es que estén receptivos". Lo que sí comprobaron en Asuntos Sociales es que no hay ningún menor. 

Seguimiento

En Cruz Roja Ourense, Isis San Martín, del programa de ayuda a personas sin hogar, visitan cada 15 días a estas personas, a quienes "orientamos sobre los lugares a los que acudir, como el comedor de Cáritas, duchas del Concello o la pernocta en el Fogar do Transeúnte" y faciliten víveres básicos o acompañamientos. . 

No ven factible una gestión conjunta de la situación de esas personas, "porque depende de cada caso, ya que están en diferentes situaciones". En su caso, la Cruz Roja no puede ocuparse de la pernocta, para lo cual deberían contactar con los servicios sociales municipales.

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