Los 10 votos a favor de DO a la ordenanza de veladores, con la abstención del PP, fueron suficientes para que saliese adelante su aprobación inicial a pesar de los votos en contra de BNG y PSOE. La abstención de los populares vuelve a allanar el camino a Jácome, como en el anterior pleno y consigue el primer paso para tener regulación de terrazas, pero sin consenso. Habrá un mes de plazo de alegaciones una vez salga publicado el texto en el Boletín Oficial de la Provincia.
Posiciones
El BNG se posicionó en contra por la ausencia de “seguridade xurídica”, una circunstancia que, según sostienen los nacionalistas, podría perjudicar “a veciños e hostaleiros”. La edila Rhut Reza aseguró que la ordenanza podría entrar en “colisión” con la Ley de Accesibilidad, por lo que hacían un “favor” votando en contra para evitar problemas judiciales futuros, recordando que hay varias sentencias que “impiden” pegar terrazas a las fachadas.
El PSOE, por su parte, afeó que el coordinador general, al que el socialista Barquero calificó como “empleado de Alcaldía” redactase la ordenanza y fuese, al mismo tiempo, el encargado de resolver alegaciones con “juicios de valor” y contestar a informes de otros órganos. Además, el grupo socialista lamentó que la ordenanza desvíe competencias de la comisión de pleno a juntas de gobierno, por lo que “podrán hacer y deshacer a su antojo”.
El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, reconoció un “conflicto de intereses” entre algunos vecinos y hosteleros, pero recalcó que la ordenanza “sí tiene seguridad jurídica” y que “no podemos estar sin ordenanza”, al tiempo que defendió que se permita poner terrazas pegadas a las fachadas, porque, de lo contrario, “acabaríamos con las terrazas de los Vinos”. En este contexto, llamó “ineptos” a los nacionalistas por escudarse en la seguridad jurídica y agradeció el apoyo del PP aunque los acusó de “ponerse de perfil”.
Por su parte, el PP, que había pedido la retirada de la aprobación de la ordenanza del orden del día para un mejor estudio, abogó por abstenerse y facilitar la aprobación porque “ahora se abre un periodo de alegaciones y podremos hablar con todos los colectivos afectados”.
Rifirrafe
Uno de los momentos más tensos del pleno fue precisamente durante el debate de la ordenanza, cuando se produjo el ataque de Jácome al socialista Barquero, al que llegó a llamar “vago” por, según él, no leerse la documentación de la ordenanza, palabras a las que el socialista contestó dando un consejo y haciendo un paralelismo con el Caso Rubiales: “No saque pecho, no vaya a ser que le pase como a él y se lo fundan”. Todo esto se debió a la crítica que el socialista hizo al trabajo del “empleado de Alcaldía”, en referencia al coordinador general, Francisco Cacharro, de quien dijo que hizo un “procedimiento arbitrario” desatendiendo todas las alegaciones del PSOE, y le afeó ser “juez y parte” de la ordenanza, al ser el encargado de rebatir o aceptar las enmiendas de una ordenanza redactada por él mismo. Barquero calificó de “proceso viciado” la tramitación, “con informes a la carta del empleado de la alcaldía” y mostró su deseo de que este se vaya “de una vez a la Diputación”.
El final del debate estuvo enturbiado por los ataques de Jácome al socialista Paco Rodríguez, que obligó al propio afectado y a sus compañeros a pedirle “respeto”.
