En Ourense, la mitad de empresas de hostelería y construcción no halla trabajadores

Un camarero sirve una copa de vino ayer, en el centro de la ciudad.
photo_camera Un camarero sirve una copa de vino ayer, en el centro de la ciudad.

La tercera parte de las empresas de Ourense no cubren sus vacantes

Pese a los mínimos históricos de paro en la provincia, todavía buscan empleo 15.475 personas. En Ourense, como en buena parte del país, se da una paradoja laboral: a las empresas les cuesta cubrir las vacantes. Según datos aportados por la Confederación Empresarial de Ourense a principios de este mes, un tercio de las empresas no encuentra trabajadores para suplir los puestos vacíos. En los sectores de la hostelería y la construcción, esta proporción se dispara hasta la mitad. Los empleadores ourensanos no esquivan un problema de escala nacional al que no ven un origen claro.

“Ya es un problema que se viene arrastrando de hace años”, lamenta la presidenta de la CEO, Marisol Nóvoa. En la patronal no acaban de identificar el origen de una situación que ven como paradójica. Hay paro, pero falta mano de obra. Parte de los motivos es la ausencia de cualificación en los demandantes de empleo. “Hay mucha gente que no tiene un perfil adecuado”, explica Nóvoa, por lo que “se está incidiendo mucho en la formación”.

La escasez de perfiles técnicos para cubrir determinadas vacantes es uno de los problemas, y ante ello, es clave el impulso a la Formación Profesional, entre otras soluciones. También el establecimiento de otros programas “gratuitos”, como menciona Nóvoa, quien apuesta por que el ingreso mínimo vital sea “compatible con el trabajo”. “No hay personal cualificado en ningún sector, pero es general”.

Freno al crecimiento

Esta falta de personal, más notable en sectores como la hostelería -camareros, etcétera- y la construcción -albañiles, fontaneros, electricistas…- puede suponer una traba para el desarrollo económico. Además de la ausencia de demandantes de empleo con perfiles adecuados, en algunos puntos también destaca la falta de personal sin formación, interesado en aprender. “Ya no hay casi ni peones”, afirman fuentes empresariales de la pizarra, el principal sector exportador de la provincia.

“Faltan soldadores, mecánicos, fontaneros… eso es general. Lo que pasa es que también faltan peones, gente que quiera aprender, que quiera trabajar”, comentan antes de alertar de que “eso ralentiza la producción, el crecimiento y el desarrollo”. La carencia de personal supone un auténtico quebradero de cabeza para las empresas. “Falta gente para trabajar, y especialistas, un montón. No puedes planificar la producción, si falta gente, se descontrola; no puedes ir al ritmo que marca el mercado”, relatan estas mismas fuentes.

Otros sectores también padecen esta problemática. Por ejemplo, el transporte por carretera. En la asamblea general de la Asociación Empresarial del Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (Apetamcor), celebrada este sábado, fue uno de los asuntos tratados. Los más de 1.200 socios que la componen pusieron el foco en la falta de interés por la profesión entre las generaciones más jóvenes. La interrupción del relevo generacional, extendida en muchos otros oficios, ya ha forzado la suspensión de rutas internacionales.

En el sector servicios, la hostelería es la principal afectada. La carencia de profesionales ya se nota en lugares como Celanova o Valdeorras, donde el sector ha manifestado su preocupación.

Problema poliédrico

La cuestión de la falta de mano de obra responde a varios condicionantes, como dónde se asienta la empresa, su sector productivo o la formación requerida. En la baraja de motivos se hallan otras causas, como las retribuciones. Los sindicatos reclaman mayores salarios y certezas de conservar el puesto. Desde Comisiones Obreras reconocen que “poida que a resposta admita algúns condicionantes”, pero aseveran que “hai unha causa que atravesa todas as áreas de actividade: os salarios”. En este sentido, comentan que “as empresas con máis problemas para cubrir as vacantes laborais son, precisamente, as que pagan menos por hora traballada”. Desde el punto de vista sindical, “o que se debe facer é pagar bos salarios, dar certezas de que se van cumprir as xornadas laborais e tratar con dignidade”. Así, “dignifícanse as profesións e estabilízanse aos profesionais”.

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