El patrimonio histórico y natural de Toén

La naturaleza y el patrimonio artístico se funden en los 56 kilómetros cuadrados de Toén. El concello, dividido en ocho parroquias, ofrece al visitante rutas de senderismo, panorámicas inolvidables e iglesias con siglos de historia a sus espaldas. Y para reponer fuerzas, nada mejor que un plato de cocido acompañado por alguno de los vinos cultivados a orillas del Miño, en el propio municipio. La cercanía a la ciudad -apenas 10 minutos en coche- convierte a Toén en el perfecto destino para tomarse un respiro durante unas horas, perderse entre sus bosques y disfrutar de la gastronomía típica. Pero también es el lugar idóneo para disfrutar de las fiestas tradicionales, como el Entroido de la parroquia de Mugares, protagonizado por los labardeiros y señoritas, o el de Trellerma, donde las calles se llenan de originales mecos. En definitiva, cualquier excusa es apta para adentrarse en Toén. Patrimonio arquitectónico: las iglesias parroquiales dan cuenta de la variedad de estilos artísticos presentes en el concello. El templo de San Pedro de Moreiras es una de las grandes expresiones patrimoniales de Toén. En sus muros conserva restos románicos, mientras que la fachada es de estilo barroco, con dos torres desiguales. La iglesia de Santa María de Mugares es otra de las joyas del municipio, por su estructura renacentista y por los frescos atribuidos al pintor de Banga. Por su parte, el templo de Feá sorprende por sus vestigios románicos. La riqueza de los paisajes: las montañas y el río Miño ofrecen panorámicas inolvidables. Los visitantes pueden acercarse al mirador de Puga y sentarse en el banco más bonito del mundo, el punto más frecuentado del municipio. El artista local Camilo Dasilva se encargó del mural del banco, desde el que se ven viñedos y poblaciones, además del serpenteo del Miño. Otro de los puntos de visita obligada es el pantalán de Alongos, una zona de recreo perfecta para disfrutar de la naturaleza en las jornadas calurosas. Destino de senderistas: el municipio ofrece varias rutas para los apasionados del deporte y la montaña. La opción más destacada es la ruta PRG-186, de tipo circular y de 26 kilómetros de largo -aunque es posible acortarla en varios puntos-. El paseo, de dificultad media/alta, permite a los senderistas recorrer en unas horas el municipio, acercándose tanto a los principales puntos de interés arquitectónico e histórico como a los paisajes más inolvidables. Gastronomía: uno de los platos más conocidos de Toén son las anguilas, tan típicas en Alongos. Pero la oferta gastronómica no se queda ahí, y no faltan, sobre todo en estas fechas, los platos de cocido con ingredientes locales de la zona. Además, en los últimos años han abierto nuevos locales que también ofrecen opciones más atrevidas, como la cocina fusión entre lo mexicano y lo ourensano.