MOVILIDAD

Poder instalar un cargador, la principal traba para el coche eléctrico en Ourense

Cargadores de vehículos eléctricos en el centro comercial Ponte Vella.
photo_camera Cargadores de vehículos eléctricos en el centro comercial Ponte Vella.

El 50% de los hogares de Ourense puede instalar cargadores para turismos eléctricos

El mercado de la automoción en España y en todo el mundo está cambiando en los últimos años a una velocidad vertiginosa. El cada vez más avanzado cambio climático obliga a todos los sectores de la sociedad a realizar un esfuerzo para reducir sus niveles de contaminación y el automovilístico no iba a ser diferente. Si hasta hace una década prácticamente la totalidad de los conductores se decantaba por coches de gasolina o diésel, actualmente la apuesta por un coche eléctrico es cada vez más común. De hecho, el plan de la Unión Europea es que las marcas no puedan vender vehículos de combustión más allá de 2035 y que no puedan circular a partir de 2050.

El reto de la movilidad verde, sin embargo, encuentra un obstáculo en la imposibilidad de muchos hogares de instalar un cargador eléctrico para su vehículo en una plaza de su propiedad. La provincia de Ourense cuenta con un 50% de viviendas con garaje en el que instalar puntos de recarga, un porcentaje mayor al de la media de España, que se sitúa en un 45%, según los datos ofrecidos por los portales inmobiliarios.

En comparación con el resto de provincias gallegas, Ourense ocupa la tercera posición, por detrás de Pontevedra (61%) y Lugo (55%), y por delante de A Coruña (49%). Las cuatro se encuentran por encima de la media española y las tres primeras se encuentran dentro de los primeros diez puestos.  

Ourense ciudad

En cuanto a la ciudad, el 48% de las viviendas tienen un garaje en propiedad en el que poder instalar cargadores para vehículos eléctricos. De esta forma, es la octava capital de provincia con mayor porcentaje solo por detrás de Lugo, Pontevedra, Murcia, Guadalajara, Ávila, Albacete y Vitoria-Gasteiz. Destaca el bajo porcentaje de viviendas con garaje que hay en las dos ciudades con más habitantes de España, Madrid y Barcelona, con un 28% y 14% respectivamente. Aunque el último lugar de la lista lo ocupa Cádiz, con únicamente el 13% de hogares con garaje.

Instalación

Marcos Román, de la empresa Román Electricidade, explica que los cargadores eléctricos tienen 7,4 kilovatios de potencia máxima en una casa, y normalmente las viviendas suelen tener hasta un máximo de 5 kilovatios contratados. “Los propietarios lo que hacen es cargar el coche más lento, porque no necesitan que esté al completo todos los días, o contratar una tarifa nocturna que tenga mayor potencia”, cuenta Román. En lugares de grandes dimensiones como centros comerciales, la potencia es mucho mayor, pudiendo llegar a los 200 kilovatios. “Es una diferencia abismal”, afirma. 

La instalación de un cargador eléctrico en una vivienda, explica, cuesta desde los 1.600 euros hasta los 2.200, con IVA incluido. “En principio su colocación suele llevar un día, el tiempo depende de los metros de cable que haya que meter. En muchos es fácil y en otros te lleva todo el día”, indica.

En cuanto a los bloques de vivienda, asegura que los nuevos ya habilitan canaletas para que cada vecino haga su instalación individualmente. “En las antiguas suele ser más complicado porque si solo una persona compra un coche eléctrico, el edificio no acepta hacer una instalación común por solo un vecino, por lo que normalmente tiene que realizar la colocación individualmente”.

Testimonios

Uno de los ciudadanos que ha decidido comprar un coche eléctrico es José Antonio Gómez. Taxista en Ourense, cambió hace dos años su vehículo diésel por un Tesla. “Me gustaba la marca, el tipo de turismo y la posibilidad de no contaminar”, explica. Dada la gran cantidad de kilómetros que realiza al mes debido a su trabajo, nota mucha diferencia en cuanto al gasto respecto al vehículo de combustión que tenía antes. “Me ahorro al mes en torno a 400 o 500 euros”, confiesa. 

Gómez tiene un cargador para llenar la batería del coche instalado en su casa. “Llego, lo conecto, y a la mañana siguiente está listo, ya que carga en unas cuatro o cinco horas”, cuenta. Una carga le da para todo el día, ya que la batería le dura para hacer en torno a 400 kilómetros diarios. “Hay mucha diferencia con el diésel en cuanto a ahorro”, reconoce.

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