El principal responsable del tiroteo de Tamallancos: “Maltrataban a mi hija”

Vilamarín 8/3/22
Tiroteo en la gasolinera de Tamallancos

Fotos Martiño Pinal
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La jueza lo procesó, junto a su mujer, por tentativa de asesinato tras el tiroteo en Tamallancos

Casi un año después, sigue encarcelado el supuesto autor material del tiroteo ocurrido en la estación de servicio en Tamallancos, que se saldó con varios heridos y sembró el caos en una concurrida cafetería en la que los vecinos de Vilamartín juegan al dominó. Su mujer también fue procesada, pero no está en prisión.

En diciembre, la jueza instructora citó a Esteban M.M. y Yolanda G.M. para darles cuenta de los cargos a los que se enfrentan: tentativa de asesinato y tenencia ilícita de armas. La instrucción del sumario, en su recta final, incorporó un inesperado viraje. El conocido y mediático abogado Marcos García Montes acaba de solicitar la venia a los hasta ahora titulares.

El caso, pendiente de que las partes presenten sus escritos de acusación y defensa antes de que la Audiencia de Ourense fije la fecha de juicio, alude a los hechos acontecidos a primera hora de la tarde del 8 de marzo del pasado año. Rencillas familiares parecen estar detrás del tiroteo. Según el auto de procesamiento de la instructora, Esteban y su mujer, junto a una hija menor de edad, acudieron a la gasolinera al pie de la N-525, junto al kilómetro 251, porque sabían que allí estaba José G.M. y Antonio G.M. “Esteban M.M. llevaba una escopeta, careciendo de licencia y guía de pertenencia, y con el número de identificación borrado. Y con ella cargada en el coche comenzó a disparar a José y Antonio y continuó disparando varias veces, apuntando a la parte central del cuerpo pese a haber personas a su alrededor (…). José y Antonio salieron huyendo hacia el interior del establecimiento y los siguió disparando”, asegura la instructora.

Hubo cuatro personas heridas de distinta consideración -alguna con 27 balazos-, además de dos coches y el propio restaurante sufrieron desperfectos.

El principal investigado admitió que realizó los disparos “para proteger a su hija y que no se la llevaran a Ferrol”.  Según aseguró ante la jueza, no quería matarlos sino solo asustarlos, porque, de lo contrario, les hubiera disparado a la cabeza.  “Quería pegarle con el bastón, pero cogí la escopeta”, declaró tras su detención.

No obstante, la jueza considera que los disparos se dirigieron hacia zonas vitales de tres de los perjudicados, aunque solo uno fue alcanzado en el tórax (cliente del negocio). En cuanto a  la participación de la mujer del tiroteador, la instructora la procesó porque, según destacó, “Yolanda apuntó hacia los perjudicados, diciéndole a su marido que estaban allí”.

Esteban, en un primer momento, no se mostró arrepentido.  Manifestó “libre y voluntariamente” a los agentes que lo detuvieron, a los que entregó la escopeta, que tenía la conciencia tranquila y que no aguantaba más a esa familia porque “maltrataban” a su hija. Mostró interés por si había herido “a algún payo” ya que “solo iba a por ellos -los dos gitanos lesionados-”.

La jueza alude a las circunstancias en las que se producen los tiros (bajar del coche con la escopeta cargada y disparar si mediar palabra y continuar haciéndolo en la huida) se deduce que Esteban tenía intención de “causar o bien  graves lesiones o bien la muerte de dos de las víctimas y el cliente lesionado”.

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