La atención a la soledad no deseada empieza a configurarse como uno de los mayores retos para España y Europa. Y en esa lucha, Ourense tiene mucho que decir, al estar a la cabeza de todos los ránquines y también, en vanguardia en los nuevos métodos para combatir sus efectos. Xunta, Diputación y concellos -en diferentes niveles- están implantando cada vez más iniciativas para intentar blindar que puedan quedarse en su entorno más cercano lo máximo posible.
Un 15% de los hogares de la provincia están conformados por una persona mayor de 65 años que vive sola (19.900 personas), según el Instituto Nacional de Estadística. Ourense es la quinta provincia con mayor proporción de este tipo de hogares y cuatro concellos ya tienen más de la mitad de los hogares formados por una sola persona: A Veiga, Parada de Sil, Beariz y Bande. Otra decena ronda el 50%.
A Veiga es el municipio con mayor prevalencia de hogares unipersonales. Tienen en marcha la construcción de 14 pisos tutelados para que los mayores que se pueden valer por sí mismos puedan vivir en su entorno, en pleno núcleo urbano, esquivando la soledad no deseada.
Proyectos innovadores
Otro de los municipios con mayor proporción de personas solas, Quintela de Leirado, no ha perdido el tiempo. El pueblo de Xacebáns se ha convertido en un referente, con una casa comunitaria donde los mayores del entorno van a pasar el día, comer y lavar la ropa, para luego volver a dormir a casa. “Temos a intención de que a xente retrase o máximo posible o ingreso en residencias”, apunta Pablo Pérez, edil del municipio. También ofrecen un autobús municipal gratuito para ir a la capitalidad a hacer compras y gestiones.
San Xoán de Río y Trives -en una de las comarcas con menor densidad de población- tienen un sistema pionero de monitorización que ya llega a 40 mayores que viven solos, 20 en cada municipio. Son sensores inteligentes, ubicados en lugares estratégicos de la casa de cada vecino. Si uno de los mayores no pasa por los sensores, se activan y envían una señal de alarma a familiares o servicios de emergencia. El alcalde de Río, Xosé Miguel Pérez Blecua, explica que “está funcionando moi ben e terémolo, como mínimo, cinco anos”. El regidor apunta que son “botóns automáticos, nos que as persoas non teñen que facer máis nada que pasar diante”. El punto fuerte es que están personalizados: “Adáptanse a cada rutina. Se sabes que Pepe almorza cedo, un sensor colócase na neveira e se son as once da mañá e non pasou actívase a alarma”. Blecua alude al problema de la soledad: “A moita xente o que lle fai falta é falar, polo que queremos programar dúas chamadas cada día onde se lle pregunta que tal foi o día, se tomou as medicinas...”. A esto se sumarán dos “casas do maior” en noviembre, para que los mayores que lo deseen puedan pasar la mayor parte del tiempo.
Servicios de cercanía
A estos se suman esfuerzos con la comida puerta a puerta de la Xunta de Galicia mediante el programa “Xantar a Casa” o la Diputación, que mantiene un servicio clave, la teleasistencia, además de financiar la ayuda en el hogar. Presta atención diaria gratuita 24 horas y llega ya a más de 2.000 mayores. De ellos, el 70% (1.500) viven solas, siendo este el colectivo de atención preferente. La media mensual de atenciones ronda las 10.500. Con solo pulsar un botón que llevan en un collar o pulsera pueden tener atención inmediata. La diputada de Benestar, Luz Doporto, señala que la Diputación ve “prioritaria” la atención a mayores, especialmente los que viven solos: “Cada vez hay más personas que viven solas y tenemos que estar preparados para ser capaces de atenderles con más cercanía”.
Uno de los mayores esfuerzos está en la oficina de acompañamiento digital a los mayores, “para evitar la exclusión social”, ahora que la burocracia tiende al papel cero: “Está en nuestro ADN, queremos evitar la exclusión digital ante los avances tecnológicos que hay”.
