Luis Fernández: “Mentres poida, eu quero seguir na miña casa. Aquí estou ben”

Luis Fernández es uno de los 20.000 mayores que viven solos en la provincia de Ourense.

Luis Fernández tiene 91 años y camina todos los días tres kilómetros

Luis Fernández tiene 91 años y camina todos los días tres kilómetros. A las siete de la mañana. Los vecinos aseguran que lleva muy buen paso. “Agora que acaba o verán cambiei de ruta, pero fago os mesmos kilómetros”, presume el nonagenario. Hace 14 años que vive solo en casa. Cada día sube una decena de peldaños para llegar a su habitación. El primer sensor que el Concello colocó en su hogar está en la puerta: si la alarma suena a primera hora de la mañana, significa que Luis no ha cumplido con su caminata habitual. Al subir las escaleras, en la mesita de noche reposan las fotos familiares y una radio como la que acompaña también a su vecino Pepe. Y el llamado “botón del pánico”, que se enciende si Luis se encuentra mal y se conecta al momento con servicios de emergencia o familiares.

Además del ejercicio diario, a Luis le gusta pasar las horas en la huerta. “Traballo dúas horas ao día ou así. Teño cebolas, pementos, patacas, millo… E mira que cabazas máis boas!”, señala el hombre mientras vigila que las gallinas no se cuelen en el huerto. “Aquí paso o tempo polas mañás. Despois como e boto algo a sesta”, cuenta.

Aunque vive solo, sus hijas residen en concellos limítrofes. Una de ellas le trae la comida. De hecho, uno de los sensores que el Concello de Río colocó en casa de Luis está en la nevera. “Se vemos que non a abre a determinada hora, é que non ceou ou que lle pasou algo”, explica el alcalde, Xosé Miguel Pérez Blecua. El nonagenario está encantado con este sistema inteligente: “É unha cousa boa, para alguén que vive só coma min está moi ben. Eu quero seguir na miña casa mentres poida, aquí estou ben e as fillas veñen moito”.

De hecho, llega una de sus familiares durante el reportaje para presumir del “jefe”. Además de su intensa actividad física, todavía conduce: “Gústame ir ás feiras a Trives ou a Castro Caldelas”. Luis es un buen testigo de la despoblación. Fue conductor del autobús escolar durante 35 años: “Na miña ruta había 86 rapaces, hoxe son oito no mesmo percorrido”.

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