La Ribeira Sacra avanza en su candidatura a Patrimonio de la Humanidad

LAS CLAVES DEL PROYECTO

El Ministerio de Cultura ya ha recibido la candidatura de la Ribeira Sacra como Paisaje Cultural de Agua pudiendo llegar a reconocerse en 2026 Patrimonio de la Humanidad.

Publicado: 28 dic 2024 - 20:10 Actualizado: 29 dic 2024 - 18:39

Vistas de la bodega Abadía da Cova a Cabo do Mundo y viñedos.
Vistas de la bodega Abadía da Cova a Cabo do Mundo y viñedos.

La directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Ínsua, y Juan Mario Crecente, coordinador del proyecto de la Ribeira Sacra como Paisaje Cultural del Agua, organizaron recientemente un encuentro con periodistas para destacar algunos de los elementos naturales más emblemáticos.

En estas jornadas adelantaron que el Ministerio de Cultura ya tiene la candidatura de la Ribeira Sacra para su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en 2026.

El próximo paso será presentar oficialmente la propuesta, centrada en la estrecha relación entre el territorio y el agua, ante la Unesco. Este proceso tendrá lugar en febrero del próximo año. La Ribeira Sacra, además, representará la única candidatura española que la Unesco evaluará ese año.

San Fiz de Asma, en la Ribeira Sacra.
San Fiz de Asma, en la Ribeira Sacra.

La primera candidatura de Ribeira Sacra para ser reconocida como Patrimonio Mundial fue presentada inicialmente en 2020. Sin embargo, fue retirada en junio de 2021 debido a un informe desfavorable del Icomos, órgano consultivo de la Unesco. Por lo tanto, ante esta situación, la Xunta adoptó un enfoque estratégico diferente para renovar y reforzar la propuesta bajo un nuevo concepto: la relación del territorio con la gestión del agua.

En este nuevo informe que se está llevando a cabo, se destacan varias razones clave que enmarcan su singularidad:

Paisajes esculpidos por el agua

La Ribeira Sacra destaca por la singularidad de sus cañones y valles, moldeados por los ríos Miño y Sil. Entre los elementos más representativos están los meandros, los encajamientos fluviales, las abruptas topografías y la extensa red hidrográfica.

Patrimonio hidráulico

El patrimonio hidráulico es un testimonio vivo de la interacción del ser humano con el agua, desde la tecnología medieval hasta la llegada de la hidroelectricidad, por lo que se ponen en valor elementos como molinos, centrales hidroeléctricas y saltos de agua.

Sistemas tradicionales de cultivo

Las terrazas y socalcos en las laderas de los cañones fluviales son ejemplos de una viticultura heroica. Estos sistemas agrícolas tradicionales reflejan la adaptación y perseverancia de las personas que trabajan bajo este paisaje.

Huella eremítica y monástica

Rosetón del Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil.
Rosetón del Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil.

La presencia de monasterios e iglesias es esencial para entender la historia y cultura de la Ribeira Sacra. Estas edificaciones reflejan el papel central de la espiritualidad y la vida monástica en toda la zona.

Estructura territorial

La ocupación del espacio en Ribeira Sacra está profundamente influenciada por el agua, ya que los asentamientos se organizan en torno a patrones definidos por los cursos fluviales y esto crea una estructura territorial única y singular.

Patrimonio inmaterial

El legado cultural de Ribeira Sacra incluye tradiciones, festividades, mitos y leyendas. Además de la toponimia y la sacralización de fuentes y minas que también forman parte de este patrimonio inmaterial.

Encuentro con periodistas entre los ríos Miño y Sil

El recorrido para presentar este proyecto de la Ribeira Sacra a periodistas comenzó con una ruta por las pasarelas del río Mao y continuó con las visitas al monasterio de Santa Cristina y la bodega Ronsel do Sil.

En la segunda jornada se inició con la visita al molino rehabilitado de Pesqueiras, y acto seguido se realizó otra ruta por San Fiz de Asma, en Chantada, donde Francisco Almuíña, presidente de la Federación Galega de Turismo Rural, ofreció una actuación musical con zanfoña. Posteriormente, la visita se centró en el Miño, con una visita a la bodega Abadía da Cova en O Saviñao y sus vistas a Cabo do Mundo y la experiencia concluyó en Os Peares acompañados de un chocolate caliente dentro de un molino rehabilitado que en su época había sido al mismo tiempo fábrica de luz, molino y fábrica de chocolate.

Contenido patrocinado

stats