Una semana de colapso judicial en Ourense

La concentración de ayer, en el exterior del edificio judicial de O Couto.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera La concentración de ayer, en el exterior del edificio judicial de O Couto. Foto: Xesús Fariñas

En el decanato de Ourense hay varados 3.677 escritos y demandas sin turnar por la huelga de letrados judiciales. Cristina Villa, de Instrucción 1, explica que desde 2009 asumen 900 nuevas funciones que no han sido retribuidas

Los juzgados de Ourense apenas mueven un papel desde que el pasado 24 de enero comenzó la huelga indefinida de letrados de la administración de justicia (también conocidos como secretarios judiciales por su anterior denominación). El alto seguimiento en la provincia desde entonces (ayer, el 78,5 % de los 29 convocados) evidencia el cabreo de un colectivo que lleva desde 2009 asumiendo cada vez más funciones, hasta 900, que antes competían a los jueces, sin una compensación económica acorde. 
“Entonces nos dijeron que nos lo retribuirían cuando la situación económica lo permitiera. Han pasado trece años y nunca lo han hecho”, destaca José Luis Roig, del Juzgado Social 3. Además, según añade,  no están pidiendo más, sino que se cumplan los compromisos alcanzados, a los que llegaron el pasado año con el Ministerio de Justicia.
Un letrado de la administración de justicia (LAJ), aunque para el ciudadano su figura sea muy desconocida, es el director de orquesta en la oficina judicial. “Una especie de notarios que damos fe de todo; no hay prácticamente ningún documento del juzgado que salga sin nuestra firma”, asegura Cristina Villar Méndez, de Instrucción 1 de Ourense.  “Somos un cuerpo superior, licenciados en Derecho y que hemos pasado una oposición complicada con casi 300 temas, a la que le dedicamos muchísimas horas de estudio y años de nuestras vidas”, asegura. 

Cristina siempre tuvo claro que ser secretaria judicial era su primera opción laboral. “Adoro mi profesión”, asegura sin complejos. Por esta razón, vive con impotencia la falta de respuesta a unas reivindicaciones “más que justas”.

Estos funcionarios públicos tienen, además, cometidos que entrañan responsabilidades. Si un juez dicta una orden de protección para una víctima de violencia de género, no sirve de nada si el letrado judicial no la introduce en la base de datos  a la que tienen acceso las fuerzas de seguridad (el sistema SIRAG). Validan las grabaciones de los juicios y manejan mucho dinero (desde el pago de una pensión de alimentos, abonos al erario por multas, indemnizaciones o la ejecución de embargos). Las cuentas de depósitos y consignaciones judiciales nunca tuvieron tanto saldo. La del Mercantil, el juzgado que más euros mueve, más de medio millón.  

"Está todo parado"

La semana de paro ha dejado a la mayor parte de los juzgados, incluidos los de las villas, totalmente colapsados y solo se despacha lo urgente (violencia de género o cuestiones que afecten a derechos fundamentales). “Tienes todo parado y no puedes hacer nada ya que aunque dictes una resolución no se puede notificar al interesado porque el responsable es el LAJ, sin olvidar que el decanato tampoco está repartiendo asuntos”, asegura una jueza de la ciudad. Su juzgado ya ha aplazado 12 vistas que no se podrán celebrar hasta los meses de junio y julio, en donde queda algún que otro hueco libre, porque su agenda de señalamientos tiene todo cubierto hasta septiembre.

En el decanato de la ciudad hay varados 3.020 escritos (ya hay un procedimiento abierto en el juzgado y a través de ellos se interesa algo más);  579 nuevas demandas y 78 ejecuciones sin turnar (repartir) por la huelga de letrados judiciales. Al solo tramitarse la materia que entra en servicios mínimos (causas con presos, violencia de género…), incluso los juzgados que no secundan la protesta están a ralentí.

 Pero las demandas en el limbo son más porque habría que sumar la que llegaron al juzgado de turno y pendientes de minutar por el letrado (oficializar la admisión a trámite para impulsar el procedimiento).

Los juicios no celebrados en el partido de Ourense rozan los 300: 70 en la jurisdicción social y 75 en los siete juzgados de instancia. En penal, los tres juzgados de instrucción aplazaron 107 juicios por delitos leves y declaraciones de investigados, testigos o perjudicados. Las guardias no se interrumpen y sí se toma declaración a los detenidos. Los dos juzgados penales suspendieron 26 vistas y la Audiencia un juicio por tentativa de homicidio (sumario).

Los letrados ourensanos, al igual que el resto de compañeros que secundan el paro en todo el país, lamentan las distorsiones que provocan la huelga en el funcionamiento de la administración de justicia pero se sienten ignorados.  Ayer colgaron sus togas en el interior del edificio de O Couto a modo de protesta y salieron al exterior con letreros con dos palabras clave: “justicia” y “dignidad”. Tras la concentración, insistieron en que “no somos golpistas”, tal como les han llegado a recriminar desde el ministerio.  “Seguiremos así el tiempo que haga falta”, apostilla Villar.

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