En San Cibrao, conocido por su industria, se esconden petroglifos de la Edad de Bronce y la Edad Media, pazos de la Edad Moderna, iglesias que mezclan la arquitectura románica y barroca, cruceiros rodeados de leyendas y rutas de senderismo
San Cibrao das Viñas es un municipio de 40 kms cuadrados que limita al norte con la ciudad. El recorrido entre ambos no llega a los 15 minutos. Su población no alcanza los 6.000 habitantes, pero es conocido por albergar el Polígono de San Cibrao, una macro-superficie industrial, la más grande de Galicia, que alberga más de 400 empresas y da trabajo a cerca de 8.300 trabajadores.
En realidad, la inmensa sede empresarial supone el colofón a un recorrido a través de huellas de la historia, desde la Edad de Bronce hasta la actualidad tecnológica, que ofrece el concello. Para los visitantes que quieran practicar deporte existen hasta cuatro rutas de senderismo distintas, de entre 6 y 11 km de longitud, tanto atravesando el paraje natural como recorriendo las parroquias para conocer sus secretos arquitectónicos. En las zonas rurales del concello se encuentran media docena de yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce y otros de tipo funerario.
Petroglifos
Los grabados en roca granítica están presentes en cinco de las siete parroquias de San Cibrao. Los dibujos más habituales son surcos circulares en las rocas, como en el de Salgueiros, en San Ildefonso, o el de Santa Cruz de Rabeda, en el Outeiro da Seara. En las inmediaciones del casco urbano está el petroglifo de “A Piña”, con cuatro cruces de término medieval y cerca del Parque Tecnolóxico de Galicia existen restos de “mámoas”, monumentos funerarios del Neolítico.
A Boutureira
Es el nombre que recibe el entorno natural del río Barbaña a su paso por el municipio. Un sendero circular lo recorre, dando a conocer molinos tradicionales y los hermosos paisajes de vegetación autóctona. Desde aquí se puede acceder a las rutas de senderismo hacia Soutopenedo, A Laxe y Castroverde.
Iglesia de San Miguel
En el corazón de la parroquia de Soutopenedo se erige la iglesia de San Miguel. Una hermosa construcción que data del siglo XII, pero cuya torre fue construida en el XVIII, aumentando la riqueza arquitectónica del templo con una mezcla de estilo románico y barroco. En uno de sus laterales se encuentra un reloj de sol de la época medieval, también se observan pequeñas gárgolas y, en su interior, esconde una cruz procesional del siglo XVII.
Cruceiros
San Cibrao es una localidad en la que abundan los cruceiros. Eran construidos en intersecciones de cuatro caminos, bajo la leyenda de la Santa Compaña, con la intención de espantar a los malos espíritus. La mayoría de ellos están tallados en piedra, y cuentan con imágenes del Niño Jesús y la Virgen. El de Santa Comba de Gargantós es una cruz evangélica de forja negra.
