El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (Mitma) acaba de formalizar el contrato para el mantenimiento de varias carreteras del Estado en la provincia. El presupuesto de adjudicación asciende a 12,9 millones de euros, IVA incluido, con los que se ejecutarán trabajos de conservación y explotación en casi 190 kilómetros de la red viaria ourensana.
Fuentes del departamento que dirige Óscar Puente especificaron que el contrato tiene una duración de tres años, ampliables con una prórroga de dos años y otra adicional de nueve meses. Se contemplan actuaciones en cuatro viales ourensanos de competencia estatal. Dos de ellos, carreteras convencionales, como la N-525 en el tramo comprendido entre los kilómetros 115,2 y 165, así como el que va del kilómetro 170 al 219,1. Es decir, en la práctica totalidad del vial entre A Canda y Allariz, exceptuando la travesía de Verín. También la N-532 (Verín-Portugal), del kilómetro 3 al 14,9. Al mismo tiempo, se intervendrá en casi 79 kilómetros de las autovías A-52 (112,2-176, entre A Canda y Cualedro) y A-75 (Verín-Portugal, 0-12,8), incluyendo el enlace entre ambas.
Asimismo, el contrato especifica dos proyectos específicos de “pequeñas obras”, dicen desde el Ministerio, “necesarias para mejorar la funcionalidad de la vía”. Una de ellas es el repintado de las marcas viales en los tramos incluidos de la A-52 y la N-525. La otra es la rehabilitación del firme e impermeabilización de las dos calzadas del viaducto de Vilavella, en el término municipal de A Mezquita.
Contrato mixto
La rebaja en la adjudicación fue de casi 2,9 millones de euros, ya que el presupuesto base rozaba los 15,8 millones. Finalmente, este contrato de carácter mixto -incluye tanto obras como servicios- se lo llevó Mantenimiento de Infraestructuras (Matinsa), una empresa perteneciente al Grupo FCC. Así lo corrobora la información publicada por la Dirección General de Carreteras, dependiente del Mitma, que califica la oferta de Matinsa como “la más ventajosa”.
Fuentes de la cartera de Óscar Puente defienden el modelo de contratos mixtos. Este planteamiento persique, según aseguran, “ofrecer un servicio integral de movilidad al usuario, mejorar el estado de la carretera y red y optimizar los recursos públicos”. En este sentido, sostienen que esto permite “que la infraestructura y sus elementos funcionales dispongan de las mejores condiciones de circulación y seguridad posibles”.
Por último, afirman que los pliegos de este tipo de contrato permiten reducir emisiones y mejorar la eficiencia energética después de la introducción de una serie de novedades en ellos.
En Lugo se destinan 14 millones, pero la N-120 continúa en malas condiciones
El Ministerio de Transportes formalizó un contrato similar para el mantenimiento de 216 kilómetros en la provincia de Lugo. En este caso, el Gobierno central destinará 14,25 millones de euros para las labores de conservación. Los tramos incluidos en el contrato se corresponden con la autovía A-8 y las carreteras N-634, N-640 y N-642, de acuerdo con la información aportada desde el departamento.
Mientras tanto, continúa el concurso público para rehabilitar el firme de la maltrecha N-540 en la provincia de Lugo. Se trata de la vía que comunica la ciudad de As Burgas con la capital lucense, cuya calzada está repleta de baches, especialmente en tramos como los situados en las inmediaciones de Chantada. El presupuesto base asciende a 12,5 millones de euros, IVA incluido, y se presentaron siete constructoras. Se espera que la adjudicación tenga lugar próximamente.
La N-120 entre Ourense y Valdeorras sufre un grado mayor de abandono. Los usuarios llevan tiempo alertando del mal estado del vial, cuyo firme sufre un gran deterioro y cuyas marcas viales apenas se ven de noche. Especialmente, en la provincia de Lugo. Los baches ya existentes se agravaron tras las últimas lluvias, y aparecieron nuevos socavones. En este caso, el mantenimiento todavía espera la acción del Gobierno.
