El piloto herido en Lobios se encuentra “fuera de peligro"

photo_camera Foto: Óscar Pinal
Polémica en Portugal tras el accidente mortal del hidroavión por la falta de medios de rescate

El sábado, en el combate de las llamas del incendio de O Xurés, un piloto portugués de 65 años fallecía y su compañero español, de 39, resultaba herido, al caer el avión anfibio Canadair que manejaban. Este último está ahora "estable y fuera de peligro", según fuentes del Hospital de Braga (Portugal) al que fuetrasladado. Precisamente, en ese traslado y el intento de salvar la vida de su compañero fallecido se centra ahora parte del debate en Portugal, con polémica por el tiempo que tardaron las autoridades sanitarias en llegar al lugar: entre una hora y media (según fuentes oficiales) y tres horas (según medios lusos). 

Será la parte española, no obstante, la que dirigirá la investigación para esclarecer los hechos, al haberse producido la caída de la aeronave en terreno ourensano , a dos kilómetros de la frontera. Corresponderá a la Guardia Civil de Ourense indagar sobre las causas del accidente en el que el hidroavión portugués –alquilado a una empresa española de Matacán (Salamanca)– se estrelló en pleno Xurés después de haber realizado una carga de agua.

Según  Correio da Manha, la aeronave había recargado 5.000 litros de agua en el embalse de Lindoso y se volvía al incendio de Manín (Lobios)  cuando una avería en el motor le hizo perder potencia y despeñarse, partiéndose en dos. 

Esto ocurrió a las 11,16 horas del sábado y los equipos de emergencia médica llegaron a las 12,28 horas, según confirmó el Instituto Nacional de Emergência Médica de Portugal (INEM). Mucho menos de lo que insinuaban algunos medios portugueses, lo que generó una agria polémica. Lo que sí es cierto, dice el INEM, es que los servicios médicos tuvieron que aterrizar a 300 metros del lugar, por la particular orografía, y tardaron 15 minutos más en llegar (12,43 horas), cuando operarios de la BRIF de Laza ya habían iniciado maniobras de reanimación.

De hecho, dos helicópteros portugueses habían llegado antes a la zona pero no pudieron llegar al accidente, al ser una zona montañosa. Portugal carece de medios de rescate en alta montaña, por lo que fue el helicóptero de rescate del Gobierno de España el que tuvo que desplazar al español herido a Braga –inicialmente iba a Viana do Castelo, más cerca, pero el helicóptero no pudo aterrizar por el viento–. 

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