El turismo es uno de los principales motores de los municipios de la Ribeira Sacra ourensana y, en los últimos años, no ha dejado de crecer, tal y como demuestran los datos de empleo. Esta actividad sostiene a 546 familias en la decena de concellos ourensanos incluidos en la candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco. Esto resulta de computar la cifra de afiliados de las actividades económicas relacionadas con este sector -tal como establece del Área de Estudos e Investigación de Turismo de Galicia-, y, compararla con la de hace una década. El resultado es un crecimiento muy notable, tanto que casi se ha doblado en este periodo.
El turismo es la actividad que más ha crecido en los concellos implicados en la declaración. Analizando el peso del sector en el total, uno de cada cinco afiliados en estos diez municipios está directamente relacionado con la actividad turística. Casos destacables son los de Nogueira de Ramuín o Parada de Sil, donde un tercio de los afiliados, según la Seguridad Social, están relacionados con el turismo. Además, son estos dos concellos los que más han incrementado este tipo de empleos durante la última década: en el caso de Nogueira, hay 175 personas afiliadas en estos trabajos, el doble que hace diez años. En Parada de Sil, uno de los concellos más representativos del impulso económico que el turismo ha tenido en la zona del valle del Sil, esta tipología de empleos se ha multiplicado por cuatro en los últimos diez años, pasando de apenas una decena a más de medio centenar de puestos de trabajo. Todo ello tras varias crisis socioeconómicas durante los últimos años, especialmente la del covid, que se cebó con los destinos que viven esencialmente del turismo.
Además, también es destacable que, de los diez municipios implicados, tan solo Castro Caldelas tiene menos empleados en el sector turístico que hace diez años.
