Usuarios de la Línea 7 del servicio de autobuses urbanos de Ourense arrancaron el día con un buen mosquero este martes. El busito que asignaron a la línea este martes iba desbordado ya desde la plaza de la Marina de Ourense y las quejas se repetían durante el viaje. Los vecinos están hartos: "¡Yo el autobús pequeño no lo pago!
Este martes hubo quienes arrancaron el día con un buen mosqueo. Fueron los usuarios habituales de la Línea 7 de los autobuses urbano de Ourense, la que conecta el barrio de Covadonga con A Valenzá. Cuando el busito se detuvo pasadas las 9:00 horas en la parada de la plaza de la Marina, en la avenida de Santiago y una de las más concurridas, los vecinos que lo iban a coger no daban crédito. "Me tuve que quedar al lado del conductor. Este minibus tiene muy pocos asientos y estaban todos ocupados", explica Alicia Ramos, que utiliza el transporte público diariamente.
"Nos han puesto un busito y no entramos, estaba desbordado. Se sobrepasaba la cabida del autobús", explica esta vecina de la zona. Las quejas de los viajeros fueron en aumento y algunos viajeros amenazaron con un boicot al conductor: "La gente estaba muy cabreada, había gritos de 'La próxima vez no pagamos, ¡yo el autobús pequeño no lo pago!", explica Ramos, testigo del momento.
La línea 7: de un bus doble articulado a un busito
La Línea 7 del servicio de autobuses urbanos de Ourense ha sido históricamente de las de mayor trasiego de la ciudad: conecta el barrio de Covadonga de la ciudad con A Valenzá, en el concello de Barbadás, atravesando el centro de Ourense. Por ello, antes el vehículo habitual en esta línea era un autobús doble articulado, necesario para dar respuesta a la alta demanda del servicio. Ahora, sin embargo, los vecinos de Ourense que usan esta línea tienen que conformarse con un busito con capacidad insuficiente.
