OURENSE

La venta de pisos se reactiva, pero en el casco viejo 
y el “semicentro”

Profesionales con acceso a viviendas céntricas, ahora asquibles, y ahorradores que invierten para alquilar impulsan la incipiente recuperación

La compraventa de viviendas vuelve a subir en Ourense tras haber tocado fondo, después de 14 meses ininterrumpidos en caída libre. Los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) son esperanzadores, y optimistas si se mantienen en el tiempo; la ciudad empieza a ver la luz al final del túnel, apunta la Asociación provincial de constructores.

Pero ya nada es igual que antes de la crisis, cuando se construía, en Ourense y casi en todas partes, sin medida; y cuando se compraba todo: chalés pareados en urbanizaciones de todo tipo, esas que proliferan en el entorno de Ourense -O Piñeiral, Piñor, Pereiro-; casas individuales con jardín -véanse en A Derrasa o Monterrey-; pisos en el centro de la ciudad, en los barrios cercanos -O Couto, Ramón Puga, las nuevas torres Barrocás- y más lejos -A Valenzá fue el mejor ejemplo-.



Las preferencias

Constructores, inmobiliarios, asesores fiscales, todos coinciden en que ahora es el momento ideal para comprar vivienda a buen precio y de calidad. Están rebajadas o, quizás, han vuelto a su coste razonable y ya son asequibles -otra cosa son las calles del Paseo y parte de Santo Domingo- para los dos sectores, coinciden los expertos, que han logrado cambiar la estadística de compra. Son, por un lado, personas con poder adquisitivo notable, como profesionales liberales de mediana edad, profesores, funcionarios con puesto de responsabilidad. Ellos prefieren el centro y el "semicentro" -como lo denomina el presidente de la Asociación de inmobiliarios, Benito Iglesias-, calles como Habana, Ramón Cabanillas, Valle Inclán, el primer tramo de Avenida de Buenos Aires, por ejemplo. Allí buscan pisos construidos sobre solares existentes, de calidad, donde ahora pueden acceder a una vivienda de 100 metros cuadrados sin hipotecarse hasta la extenuación.

Por otro, crece el número de ahorradores de otros puntos de la provincia, que han optado por invertir en pisos para alquilar, después de la nefasta experiencia de los depósitos bancarios de riesgo. Son personas próximas a la jubilación, que buscan pisos pequeños o apartamentos en el casco antiguo -más baratos por su tamaño inferior-, en barrios como O Couto o Mariñamansa, incluso en A Valenzá. Es para ellos más seguro el cobro de un alquiler -cuyo precio mensual oscila entre 300 y 400 euros- que un producto financiero. En la Asociación de Constructores constatan estas nuevas tendencias, todavía incipientes pero que en algún caso ya ha supuesto un alivio para empresarios del sector con problemas de liquidez por el estancamiento o retraimiento en la venta de pisos.

Otra cosa es, claro, el "centro -centro", básicamente las dos calles que todavía mantienen precios "imposibles" para los edificios que han rehabilitado, desde los 600.000 al millón de euros, en función del tamaño y el piso en el que se hallan. Están en el Paseo y en el tramo de Santo Domingo comprendido entre Concordia y Parque de San Lázaro; también en torno a este jardín los precios se mantienen altos, por su ubicación; todo ello a costa, como en las dos calles anteriores, de permanecer sin vender, como ocurre con algunos inmuebles rehabilitados, donde sólo está ocupado el bajo comercial.

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