La Xunta quiere para la AP-53 las bonificaciones de la AP-9

Los alcaldes, entre los que había seis ourensanos, se reunieron con la conselleira.
photo_camera Los alcaldes, entre los que había seis ourensanos, se reunieron con la conselleira.
Adelanta que el impacto sería “mínimo”, por lo que ve “muy viable” implantar la medida en 2022

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, se comprometió ayer con alcaldes de la autopista Santiago-Dozón (la AP-53) a realizar un estudio de lo que costaría al Gobierno central aplicar en esta infraestructura las mismas rebajas que en la AP-9. A finales de septiembre, el pleno del Parlamento aprobó por unanimidad una iniciativa del PPdeG para pedir al Ejecutivo socialista el establecimiento de bonificaciones en los peajes de esta autopista que utilizan los ourensanos para desplazarse a la capital gallega..

El Gobierno gallego aún no se dirigió al Ministerio de Transportes para trasladar esta solicitud, según reconoció ayer la conselleira, si bien remarcó que será una demanda “fundamental” en la próxima reunión con la nueva titular del departamento, Raquel Sánchez, que, recordó, “ya toca”.

En lo que prevé trabajar Infraestruturas es en esa evaluación del impacto que supondría para las cuentas públicas estatales la adopción de bonificaciones con el mismo esquema que se implantaron en la AP-9. Tras reunirse con alcaldes de localidades por las que discurre la autopista Santiago-Dozón, entre los que había seis regidores ourensanos, tanto la responsable autonómica como el alcalde de Lalín, José Crespo, llamaron la atención sobre la relevancia que tiene esta vía “clave” para los vecinos de la comarca, por el número de viajes que realizan a la capital gallega.

Ethel Vázquez constató, además, que la alternativa a la AP-53 es la N-525, una nacional que “no tiene prácticamente terceros carriles para poder adelantar a los vehículos pesados” y que tiene “muchísimo tráfico pesado”.

La más cara de Galicia

En cuanto al coste por kilómetro, recordó que tiene los peajes “más altos” de Galicia: 7,77 céntimos por kilómetro, frente a los 6,12 céntimos por kilómetro de la AP-9 (contando con las últimas rebajas) y 5,67 céntimos por kilómetro de las autopistas autonómicas. “Un alto precio para la movilidad”, criticó, y agregó que es “un agravio que se viene a sumar como consecuencia de ese precio del billete del tren entre Ourense y Santiago que también es superior al precio del eje atlántico”.

Pese a plantear esta reclamación en pleno debate sobre el cobro de las autovías, la conselleira la vio “muy viable” e ironizó con que “la esperanza es lo último que se pierde”.  Abogó por hacer “a la máxima celeridad” ese “estudio completo que analice esas bonificaciones”, que enumeró: la vuelta en 24 horas gratuita, a mayores un 20% de rebaja para usuarios superrecurrentes (más de 20 viajes al mes) y el 20% para el transporte de mercancías.

Aseguró que el impacto será “mínimo” y “mucho mejor” que las rebajas de la AP-9, e indicó que en cuanto esté listo el análisis lo enviarán a los alcaldes y al ministerio con la intención de que esas bonificaciones “se puedan aplicar si es posible ya en el año 2022”. Por último, aportó otro dato para justificar la demanda: el de más de 6.000 de intensidad media diaria de tráfico en la AP-53, frente a más de 15.000 de la N-525. En los últimos años se han debatido distintas iniciativas en las instituciones para que haya también bonificaciones para los ourensanos. 

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