Las termas de Ourense ciudad siguen sin levantar cabeza y sometidas a una dejadez sin precedentes. Un mes después de las riadas, la zona ofrece un aspecto desolador. El Concello no ha realizado siquiera una limpieza de la basura que quedó en el entorno al bajar drásticamente el caudal y el 90% del circuito termal continúa desactivado a día de hoy. “Es una vergüenza que estén casi todas cerradas, es un crimen”, insistía ayer un usuario mientras observaba los árboles caídos, basura, carteles por los suelos que siguen dominando en el entorno de A Chavasqueira.
La dejadez es absoluta y los usuarios de la zona termal lamentan que el Concello anunciase una reapertura que fue “mínima”. El cierre de las termas do Muíño, por ejemplo, ha terminado por hartar a los usuarios, que hace días que rompieron los “precintos”. Sin embargo, la terma no presenta los cuidados mínimos y hace imposible el baño. “Están sin limpiar, la temperatura es elevadísima, no tiene abierta el agua fría y es inasumible, te cueces”, relataba una de las usuarias que intentó, sin éxito, pasar la jornada en la zona. En Outariz, más de lo mismo, la mayoría de vasos estaban vacíos y la única abierta tenía unas colas “increíbles”.
La imagen más lamentable se da en A Chavasqueira. Los carteles informativos siguen un mes después tirados por el suelo. Las duchas están a punto de caer y en el entorno hay bolsas de basura, pantalones viejos tirados y hasta neumáticos o una bicicleta completamente devorada por las riadas.
