La anemia ferropénica es un trastorno en el que se produce una disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre por falta de hierro. Es un problema nutricional que afecta con mayor frecuencia a lactantes, niños pequeños y embarazadas. Grupos de población vulnerables al encontrase en períodos de crecimiento y rápido desarrollo.
Existe una estrecha relación entre la anemia por deficiencia de hierro y las alteraciones en el desarrollo mental y de coordinación motora.
Durante la infancia, la deficiencia de hierro afecta el desarrollo motor y el intelectual, induciendo problemas en el aprendizaje que pueden no ser reversibles. Los niños pequeños son los más propensos a la anemia por falta de hierro debido a que, por una parte, necesitan más cantidad de este mineral por el rápido crecimiento durante sus dos primeros años de vida; y por otra, a que su dieta habitual contiene muy poco hierro.
Hoy en día sabemos que la deficiencia leve o moderada de hierro, aún sin anemia, tiene consecuencias funcionales adversas en todas las edades, irreversibles, aún sin terapia, en los dos primeros años de vida. Numerosos estudios han señalado que en los niños con anemia, se presentan problemas en el desarrollo psicomotor, especialmente en la capacidad del lenguaje, en la coordinación y en la capacidad motriz. En los niños de 2 a 5 años, la anemia provoca dificultad en aprender a discriminar entre estímulos visuales o para mantener la concentración.
La dieta en los niños de 6 meses a 2 años de edad, en la mayoría de los países en desarrollo, es inadecuada en su aporte de hierro. Si bien la lactancia materna protege al niño de desarrollar anemia, esta protección dura aproximadamente hasta los 6 meses, después si el lactante no recibe un aporte de hierro adicional, bien a través de una dieta adecuada (suficiente y variada), de alimentos fortificados, o de suplementos, puede desarrollar anemia ferripriva.
Las medidas más importantes para prevenir esta deficiencia nutricional son:
1.- Mantener la lactancia exclusiva durante 6 meses.
2.- Introducir alimentos ricos en hierro y vitamina C en la dieta de transición durante el primer año.
3.- Añadir a la dieta alimentos enriquecidos con hierro y vitamina C.
ALIMENTOS RICOS EN HIERRO
- Carne roja
- Cereales enriquecidos con hierro
- Huevos
- Leche y bebidas lácteas enriquecidas con hierro
- Almejas
- Legumbres secas
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA C
- Fresas
- Kiwis
- Espinacas
- Pimiento rojo
- Verduras y frutas en general
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