La próstata es una glándula que está ubicada justo por debajo de la vejiga del varón. Posee el tamaño de una nuez, y tiene como función, junto a los testículos y las vesículas seminales, producir semen. El cáncer de próstata es un tumor maligno que se presenta en los varones de edad avanzada. Su ocurrencia se incrementa rápidamente después de los 50 años.
Cada año se diagnostican 33.000 nuevos casos de cáncer de próstata en España. Es el tipo de cáncer con mayor prevalencia entre los españoles, debido a la baja mortalidad en relación con el elevado número de casos diagnosticados. 90% de los casos de cáncer de próstata se diagnostica en fase temprana.
En la provincia de Ourense, en 2021, se diagnosticaron 693 casos de neoplasia maligna de próstata. En este mismo año, 75 personas fallecieron por cáncer de próstata en Ourense.
Factores de Riesgo
- Edad: La probabilidad de desarrollar este cáncer aumenta después de los 50 años de edad.
- Raza/grupo étnico: es más común en hombres de raza negra y lo padecen menos los asiáticos.
- Antecedentes familiares: Se duplica el riesgo de padecer la enfermedad.
- Alimentación : alto consumo de carnes rojas y productos lácteos.
- Estilo de vida: fumar, consumir alcohol, obesidad y sedentarismo son factores modificables que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Etapas de la enfermedad
- Etapa I: El cáncer no se percibe ya que se encuentra sólo en la próstata y no causa ningún síntoma. Se detecta de forma casual.
- Etapa II: Las células cancerígenas están únicamente en la glándula prostática.
- Etapa III: El cáncer se ha diseminado fuera de la próstata y los tejidos circundantes. Es detectable a través de tacto rectal.
- Etapa IV: Las células tumorales se diseminan por metástasis a los ganglios linfáticos, órganos y tejidos.
El de próstata es el tumor más común entre los varones en España. Es la tercera causa de mortalidad por tumores masculinos, por detrás del cáncer de pulmón y del cáncer de colon.
Cómo se diagnostica
- Test de antígeno prostático específico (PSA): Un nivel alto de este antígeno en sangre indica algun patología que altera la estructura de la próstata. El test de PSA (Prostate Specific Antigen) mide la cantidad de moléculas de PSA en la sangre. Es normal que todos los hombres tengan cierta cantidad de estos antígenos específicos en sangre. Un nivel elevado de PSA puede ser signo de cáncer de próstata, pero puede elevarse por otras razones, como: Infección urinaria, estimulación de la próstata, eyaculación reciente o sexo anal, ejercicio intenso, otros problemas de la próstata como la hiperplasia benigna (engrandecimiento de la próstata)
- El tacto rectal: Puede detectar alteraciones en tamaño, consistencia y uniformidad de la próstata.
- Biopsia prostática: Con imagenes de resonancia magnética y apoyo ecográfico, se extrae una muestra de tejido para su análisis. Puede hacerse a través del recto o del perineo. Es una prueba confirmatoria.
Síntomas
Este tipo de cáncer no provoca ningún síntoma en su etapa inicial. A medida que avanza el paciente puede presentar:
- Necesidad de orinar con frecuencia y dificultad para hacerlo. Flujo urinario lento o debilitado.
- Sangre en la orina o en el semen.
- Dificultades para lograr una erección (disfunción eréctil, impotencia).
- Dolor óseo en caderas, columna vertebreal, costillas u otras áreas debido a la propagación hacia los huesos.
- Debilidad en las piernas, pérdida de control de vejiga o intestinos.
Hacia dónde se extiende
Puede diseminarse por metástasis a diferentes partes y órganos del cuerpo: huesos, tracto intestinal, riñones, hígado, pulmones, cerebro.
Chequeos médicos para hombres mayores de 50 años
- Chequeo dermatológico: para prevención de melanoma y cáncer de piel de células basales o escamosas
- Prevención de cáncer colorrectal: detección de sangre en las heces y colonoscopia
- Pruebas para el cáncer testicular: todos, los hombres, desde los 20 años de edad, deben evaluarse rutinariamente
- Pruebas para el cáncer de próstata: control de PSA para descartarlo o detectarlo de manera rápida y precoz
- Chequeo oftalmológico: para detectar presbicia, cataratas, degeneración macular y glaucoma (entre otras)
