Las bebidas energéticas son el producto de más rápido crecimiento en la industria de las bebidas. Los ingredientes que mejoran la energía, como la cafeína, la taurina, los extractos de hierbas, el azúcar y las vitaminas B, se usan comúnmente en las bebidas energéticas. Sin embargo, existe preocupación con respecto al potencial de efectos adversos con el uso.
Muchos de los efectos negativos para la salud de las bebidas energéticas están relacionados con la intoxicación por cafeína.
En este contexto un grupo de investigación de la Universidad de Macmaster (Canadá) realizó una revisión sistemática con el objeto de evaluar los efectos adversos informados del consumo de bebidas energéticas.
Realizaron búsquedas de estudios relevantes en las principales bases de datos electrónicas desde el inicio hasta noviembre de 2019, y resumieron los datos pertinentes.
Incluyeron los estudios clínicos (32) que informaron eventos adversos después del consumo de bebidas energéticas.
Sus resultados informaron los eventos adversos más frecuentes en la población pediátrica (insomnio (35,4 %), estrés (35,4 %) y estado de ánimo depresivo (23,1 %)) y los eventos adversos en la población adulta (insomnio (24,7 %), nerviosismo/inquietud/temblor de manos (29,8 %) y molestias gastrointestinales (21,6 %)).
El alcohol mezclado con bebidas energéticas redujo significativamente la probabilidad de efectos de sedación, pero aumentó la probabilidad de efectos estimulantes. El consumo de bebidas energéticas aumentó las probabilidades de insomnio y nerviosismo en comparación con el grupo control.
En sus conclusiones los autores recomiendan evitar el consumo frecuente de bebidas energéticas (5-7 bebidas energéticas/semana) y así mismo, evitar su ingesta junto con alcohol. Consideran necesario incrementar los estándares regulatorios en la venta de bebidas energéticas, particularmente en lo que respecta a la población pediátrica.
Ref: Nadeen y col. Bebidas energéticas y sus efectos adversos para la salud: una revisión sistemática y un metanálisis. Salud Deportiva.2021 mayo-junio;13(3):265-277. doi: 10.1177/1941738120949181.
