Hoy se celebra el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico. El Día Mundial este año se centra en la justicia. La aplicación de las leyes de tráfico, la investigación exhaustiva tras un accidente para averiguar si se ha cometido un delito y evitar que se repita, el enjuiciamiento penal cuando proceda y la indemnización civil forman parte del sistema de justicia. Debe aplicarse con la debida seriedad, imparcialidad y coherencia; es lo que merecen y desean las víctimas de accidentes de tráfico que han resultado heridas o han perdido a un familiar como consecuencia de la infracción de la ley o de la negligencia de alguien. Además, representa un importante factor de prevención, ya que se puede aprender de estas tragedias para que no vuelvan a repetirse.
Según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico, solo durante el mes de octubre se registraron 88 siniestros de tráfico mortales en los que han fallecido 98 personas, en un contexto en el que la movilidad ha aumentado un 3% respecto a octubre del pasado año. Los motoristas es el colectivo que más incrementa la siniestralidad con 35 fallecidos, el 36% del total de víctimas mortales. Seis de los fallecidos no hacían uso de ningún dispositivo de seguridad en el momento del accidente. En lo que llevamos de año han fallecido en carretera 943 personas, 10 víctimas mortales menos que en el mismo periodo de 2022.
La muerte por accidente de tráfico es la tercera causa de muerte violenta en España después de los suicidios y las caídas accidentales. Y otros datos aún más elocuentes son que de los 854 conductores fallecidos en 2022, más de la mitad (443) dieron positivo por consumo de alguna sustancia: 303 por alcohol (35%), 174 por drogas (20%) y 119 (14%) por psicofármacos. En uno de cada tres casos positivos (35%) hay consumo de dos o más sustancias, siendo la combinación alcohol-drogas la más importante.
