Macizo Central, buen comer y mejor dormir

Exterior de la Casa Grande, en A Pobra de Trives.
photo_camera Exterior de la Casa Grande, en A Pobra de Trives.

Los visitantes del Macizo Central tienen un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de un buen comer, a base de cocina tradicional y de calidad contrastada, y un  mejor dormir.  

 

Hay variedad de opciones para descansar tras un recorrido por los hitos del Macizo Central, pero especialmente recomendable es la Casa Grande. En 1989 esta casona situada en pleno centro de A Pobra de Trives abría sus puertas como pionera, siendo la primera casa de turismo rural de Galicia y a día de hoy, más de 30 años después, continúa con su cartel de abierto y regentada por miembros de la misma familia. Doña Adelaida Álvarez convertía así una herencia ruinosa en un motor familiar que hoy continúa haciéndolo funcionar su hijo Alfredo Araujo, gerente de este pazo del siglo XVII en el centro trivés convertido en hotel rural, que cuenta con una capacidad para 24 personas, pudiendo alojarse en nueve habitaciones dobles, de las cuales una dispone de terraza y además cuentan con una suite.

Las principales demandas turísticas vienen de la cercanía de la estación de montaña Manzaneda y del encanto de la Ribeira Sacra, algo que Alfredo resalta de las preferencias de sus clientes.

En cuestión de comidas, La Viuda es referencia inexcusable. Tras sus espaldas quedan 71 años de historia con tres generaciones regentando el hostal restaurante La Viuda en Trives. Ángel y María Fernández llevan las riendas del negocio que su abuela comenzó y el cual continuaron sus padres Ángel y Clara, de quien ellos tomaron el testigo, destacando por sus platos tradicionales.

María y Ángel Fernández en la Viuda, Trives.
María y Ángel Fernández en la Viuda, Trives.

Anxo Trives, como es más conocido el chef, apuesta por la cocina tradicional pero añadiendo un toque de modernidad, destacan las carnes y pescados seleccionados, y los guisos y potajes, además de su amplia variedad de postres caseros. “No noso restaurante sempre temos moi presentes os produtos de proximidade e valorando os produtores da comarca” explica, orgulloso de poder vivir en el rural, lleva el nombre de su pueblo allí por donde va.

Su menú del día es de 13,60 euros y el fin de semana tienen un menú elaborado que como indica Anxo “está funcionando moi ben” cuyo precio es de 32 euros.

Una segunda opción está en Manzaneda, donde Flaminio y Pilar abrían las puertas de O Pendón en el 1977. Con su esfuerzo y mucho trabajo convirtieron el negocio en referencia en la comarca. Sus hijos José Luis y Carlos Álvarez Ricoy continuaron el legado de sus padres evolucionando y adaptándose a los tiempos, pero manteniendo ese toque familiar y una cocina tradicional.

José Luis y Carlos Álvarez, propietarios de O Pendón.
José Luis y Carlos Álvarez, propietarios de O Pendón.

Las carnes son una de sus especialidades y su gran seña de identidad son las codornices. “Nós temos o menú do día e logo, nas fins de semana, traballamos con dous menús, e a maiores adaptámonos ao que o cliente pida, tamén traballamos por encargo cando falamos de cordeiro asado ou mariscos”, añade Carlos. En su carta cuentan con chuletón de vaca, mariscadas y el demandado cocido. El menú del día cuesta 11 euros y el fin de semana entre 13 y 16 euros.

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