Un atracador se llevó un botín de 7.000 euros tras asaltar, pistola en mano, la agencia que el Banco Pastor tiene abierta en Sobradelo (Carballeda de Valdeorras). En su interior sólo estaba el responsable, y fue su coche -un Alfa Romeo- el que utilizó el ladrón para darse a la fuga. Aunque en un principio quiso obligar al banquero a subir al vehículo, no lo consiguió, emprendiendo la fuga hacia O Barco. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y del puesto barquense continuaban en la tarde del jueves 26 de junio su búsqueda.
Tentamos darlle o alto e entonces o ladrón tratou de subir co coche a acera na que estabamos. Esta explicación la ofrecía, a las 14,00 horas del jueves 26 de junio, el propietario de una tienda de electrodomésticos de Sobradelo, Germán Fuentes. Tres cuartos de hora antes, un hombre atracaba, pistola en mano, la agencia del Banco Pastor en el pueblo, cuando en su interior sólo estaba el director, Julio Fernández.
Al mismo tiempo que el industrial de Sobradelo contaba lo sucedido, los vehículos de la Guardia Civil llevaban el sonido de sus sirenas hasta el último rincón de los municipios de O Barco y Carballeda. Había comenzado el peinado de sus carreteras. A su vez, la Comandancia transmitía los datos del delincuente a los cuarteles del cuerpo en la provincia, buscando conseguir su captura.
Los hechos comenzaron cuando el atracador llegó caminando a la sucursal bancaria. Eran las 13,15 horas y el ladrón encañonaba con el arma al banquero y le solicitaba el dinero. Una vez atendida su exigencia, abandonó el local con un botín de unos 7.000 euros.
Salió acompañado por la víctima, a quien quiso obligar a subir al coche. Pero no lo consiguió, pues el agente de banca consiguió escapar y pedir ayuda. Sus gritos los escuchó Germán Fuentes, que salió de la tienda para correr en su auxilio.
Para la huida, el atracador utilizó el Alfa Romeo del banquero. Cuando lo puso en marcha Julio Fernández y Germán Fuentes intentaron frenarle, pero el ladrón, después de chocar con un turismo que estaba aparcado, enfiló el vehículo hacia donde estaban, desviándose a escasos centímetros de la acera. Seguidamente, continuó su carrera hacia el puente que comunica el centro de Sobradelo con la N-536, para después desviarse hacia la villa barquense, según apuntaron fuentes vecinales. Ía como o fogo, añadieron.
Pocos minutos después llegaban los agentes de la Guardia Civil de O Barco y de la Policía Judicial del cuartel rues, quienes tomaron declaración a los testigos y buscaron las posibles huellas dactilares. Paralelamente, comenzó la búsqueda del vehículo por las calles de O Barco y en las carreteras, con la ayuda de la Policía Local barquense.
Según la descripción que realizó un testigo de los hechos, el atracador tiene unos 38 años, barba de catro días y lleva una mochila en la espalda. Su presencia en la calle de Sobradelo, bajo el tremendo calor que hizo en el mediodía del 26 de junio, le impidió pasar desapercibido.
Al mismo tiempo que el industrial de Sobradelo contaba lo sucedido, los vehículos de la Guardia Civil llevaban el sonido de sus sirenas hasta el último rincón de los municipios de O Barco y Carballeda. Había comenzado el peinado de sus carreteras. A su vez, la Comandancia transmitía los datos del delincuente a los cuarteles del cuerpo en la provincia, buscando conseguir su captura.
Los hechos comenzaron cuando el atracador llegó caminando a la sucursal bancaria. Eran las 13,15 horas y el ladrón encañonaba con el arma al banquero y le solicitaba el dinero. Una vez atendida su exigencia, abandonó el local con un botín de unos 7.000 euros.
Salió acompañado por la víctima, a quien quiso obligar a subir al coche. Pero no lo consiguió, pues el agente de banca consiguió escapar y pedir ayuda. Sus gritos los escuchó Germán Fuentes, que salió de la tienda para correr en su auxilio.
Para la huida, el atracador utilizó el Alfa Romeo del banquero. Cuando lo puso en marcha Julio Fernández y Germán Fuentes intentaron frenarle, pero el ladrón, después de chocar con un turismo que estaba aparcado, enfiló el vehículo hacia donde estaban, desviándose a escasos centímetros de la acera. Seguidamente, continuó su carrera hacia el puente que comunica el centro de Sobradelo con la N-536, para después desviarse hacia la villa barquense, según apuntaron fuentes vecinales. Ía como o fogo, añadieron.
Pocos minutos después llegaban los agentes de la Guardia Civil de O Barco y de la Policía Judicial del cuartel rues, quienes tomaron declaración a los testigos y buscaron las posibles huellas dactilares. Paralelamente, comenzó la búsqueda del vehículo por las calles de O Barco y en las carreteras, con la ayuda de la Policía Local barquense.
Según la descripción que realizó un testigo de los hechos, el atracador tiene unos 38 años, barba de catro días y lleva una mochila en la espalda. Su presencia en la calle de Sobradelo, bajo el tremendo calor que hizo en el mediodía del 26 de junio, le impidió pasar desapercibido.
