O Barco insta al concesionario de las piscinas a reparar los fallos que detectan los usuarios

El Concello de O Barco envió un escrito a la concesionaria de las piscinas municipales para que subsane sus deficiencias. No será fácil. Las instalaciones abrieron sus puertas a finales de los años 80 y algunos equipos son los mismos de los primeros momentos. A esta circunstancia hay que añadir los destrozos de los gamberros. Pero los usuarios deberán conformarse con las actuales instalaciones pues la Concejalía de Xuventude e Deporte aún espera por una piscina cubierta, cuya presentación demora la Xunta.
El estado en que se encuentran las piscinas municipales de O Barco genera demasiadas quejas entre los usuarios. El concejal de Xuventude e Deporte, Martín Gómez, asegura que el agua está en perfectas condiciones, algo que no sucede con buena parte de sus instalaciones. Si las deficiencias del riego las sufre un césped ciertamente escaso, las acciones de los gamberros también se hacen patentes en el estado de las mangueras, sillas o puertas, llegando incluso a robar los altavoces. Aprovechan las noches para introducirse y campar a sus anchas por su interior.
Pero también se observan defectos en la pared vegetal que impedía a los transeúntes observar a los bañistas. En la actualidad, la malla metálica presenta numerosos claros, algo que no gusta a los usuarios. Además, deben sufrir un piso irregular, como consecuencia del paso de algún vehículo.
El Concello barquense remitió recientemente un escrito al concesionario para que solucione las deficiencias, pues según indica Martín Gómez el mantenimiento va incluido en el contrato.
Pero quizás la solución no sea esa, o al menos no permita subsanar todas las deficiencias de unas instalaciones que abrían sus puertas en 1989, hace 18 años. Desde entonces, fueron objeto de varias reformas. Sin embargo, algunos de sus equipos siguen siendo los originales y los usuarios reclaman unas nuevas.
“Tienen sus años encima”, comenta el concejal, pero inmediatamente añade que “los motores están revisados y la depuradora funciona. Los aspersores también trabajan bien”. Sin embargo, esta es su opinión, pues fuentes consultadas apuntaron que “uno de los motores de la depuradora no funciona y el otro está oxidado”.
En todo caso, la posible construcción de una piscina cubierta relega a un segundo plano las exteriores.
En estos momentos, el proyecto de las futuras instalaciones climatizadas reposa sobre una mesa en el despacho de la Alcaldía, a la espera de que la Xunta se decida finalmente a presentarlo y a su adjudicación.

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