Un vecino de O Barco, identificado como J.C.L., de 30 años, figura como imputado en el desmantelamiento de una red internacional que presuntamente redistribuía de forma ilegal la señal de televisión de canales de pago europeos a bares, locales comerciales, comunidades de vecinos y particulares.
La Policía Nacional detuvo a 27 personas e imputó en la trama a otras 77, entre ellos el vecino de O Barco, después de una larga investigación que comenzó hace un año, cuando los agentes tramitaron la denuncia de un particular referente a la actividad de una vivienda de Madrid, que podría estar siendo utilizaba como servidor de televisión digital de canales de pago sin la autorización de su titular.
Los policías, tras decomisar todo lo que había en la citada vivienda y detener a tres personas, comprobaron que los arrestados presuntamente integraban una red con infraestructura internacional, cuya gestión se llevaba a cabo a través de internet, mediante conversaciones de chat. A su vez, los arrestados captaban y mantenían comunicación con los clientes aprovechando foros abiertos en páginas web, a las que sólo se podía acceder con contraseña.
La presunta red contaba con 57 servidores de televisión, todos ellos conectados entre sí, en diferentes países europeos, de los cuales 25 estaban en Córdoba, Jaén, Sevilla, Cádiz, Almería, Barcelona, Alicante,Madrid, Gran Canaria, Guipúzcua, Murcia y O Barco (Ourense).
Los agentes intervinieron en un registro del domicilio del imputado en la provincia, un ordenador y diverso material informático. El imputado, que declaró a principios de mes en el Juzgado de la villa, negó pertenecer a una red internacional, alegando que los utensilios intervenidos eran para sintonizar canales en su domicilio.
Lo más moderno en la piratería de señal de televisión
La red desarticulada, según dio a conocer la Policía Nacional, utilizaba un sistema denominado 'cardsharing', la más moderna modalidad de 'pirateo' de televisión de pago a través de internet. El método consiste en que uno de los servidores recibía la señal utilizando una tarjeta legal, para después distribuirla al resto, que presuntamente eran los encargados de enviarla a domicilios y negocios por una cuota mensual de 15 euros al mes a cada uno de los usuarios.
La señal llegaba a los receptores de televisión sin necesidad de que los abonados tuvieran que comprar un descodificador, bastaba con que tuvieran instalada una antena parabólica en sus viviendas y una conexión a internet. Los agentes consideran que los 27 detenidos y los 77 imputados en la trama son responsables de un delito contra la propiedad intelectual. La operación continúa abierta y a ella se sumó la Interpol.
Los policías, tras decomisar todo lo que había en la citada vivienda y detener a tres personas, comprobaron que los arrestados presuntamente integraban una red con infraestructura internacional, cuya gestión se llevaba a cabo a través de internet, mediante conversaciones de chat. A su vez, los arrestados captaban y mantenían comunicación con los clientes aprovechando foros abiertos en páginas web, a las que sólo se podía acceder con contraseña.
La presunta red contaba con 57 servidores de televisión, todos ellos conectados entre sí, en diferentes países europeos, de los cuales 25 estaban en Córdoba, Jaén, Sevilla, Cádiz, Almería, Barcelona, Alicante,Madrid, Gran Canaria, Guipúzcua, Murcia y O Barco (Ourense).
Los agentes intervinieron en un registro del domicilio del imputado en la provincia, un ordenador y diverso material informático. El imputado, que declaró a principios de mes en el Juzgado de la villa, negó pertenecer a una red internacional, alegando que los utensilios intervenidos eran para sintonizar canales en su domicilio.
Lo más moderno en la piratería de señal de televisión
La red desarticulada, según dio a conocer la Policía Nacional, utilizaba un sistema denominado 'cardsharing', la más moderna modalidad de 'pirateo' de televisión de pago a través de internet. El método consiste en que uno de los servidores recibía la señal utilizando una tarjeta legal, para después distribuirla al resto, que presuntamente eran los encargados de enviarla a domicilios y negocios por una cuota mensual de 15 euros al mes a cada uno de los usuarios.
La señal llegaba a los receptores de televisión sin necesidad de que los abonados tuvieran que comprar un descodificador, bastaba con que tuvieran instalada una antena parabólica en sus viviendas y una conexión a internet. Los agentes consideran que los 27 detenidos y los 77 imputados en la trama son responsables de un delito contra la propiedad intelectual. La operación continúa abierta y a ella se sumó la Interpol.
