Los seis hornos tradicionales de Celavente (O Bolo) reunieron ayer a medio millar de personas. La multitud acudió atraída por la VI Ruta dos Fornos, una fiesta que combina el capítulo gastronómico con el ejercicio físico. Los ruteros pueden disfrutar de bocadillos de chorizo, oreja o jamón asados, empanada y postres. Pero degustar el menú al completo no está exento de realizar un cierto esfuerzo, pues obliga a recorrer a pie cuatro kilómetros, que es la distancia que separa la primera de la última parada.
Como si de una procesión se tratase, los participantes cubren un itinerario que discurre por medio del monte y que constituye otro atractivo más de la cita. 'Pasa por soutos de castaños, viñas e hortas', explicó Alberto Vázquez Rodríguez. El coordinador de la fiesta comentó que estos paisajes y el sabor de los platos y del pan elaborados en los hornos tradicionales son los detalles que llevan a un buen número de visitantes a regresar. Llegan de toda Valdeorras, pero también de Vigo, A Coruña o Asturias y, en algún caso, ya reservan las entradas en Navidad.
Uno de los habituales es Juan Corzo Álvarez. Lleva un lustro viviendo en su pueblo natal: Celavente, adonde regresó tras 48 años, casi una vida, conviviendo con la emigración barcelonesa. Desde su vuelta, asumió la lectura del pregón poético que desgrana las costumbres y tradiciones de las aldeas. Ayer, habló de la 'veceira', término que designa a los turnos para pastorear el ganado. Además, actuó el monologuista Xan Veiga, conocido por su paso por la televisión.
'O pobo quere seguir vivo. Non quere morrer', explicó Juan Corzo, refiriéndose a uno de los objetivos de la Ruta dos Fornos, frenar un proceso de despoblación que dejó en 95 habitantes a un pueblo que tenía 154 en el año 2000 , según el Instituto Nacional de Estadística.
Uno de los habituales es Juan Corzo Álvarez. Lleva un lustro viviendo en su pueblo natal: Celavente, adonde regresó tras 48 años, casi una vida, conviviendo con la emigración barcelonesa. Desde su vuelta, asumió la lectura del pregón poético que desgrana las costumbres y tradiciones de las aldeas. Ayer, habló de la 'veceira', término que designa a los turnos para pastorear el ganado. Además, actuó el monologuista Xan Veiga, conocido por su paso por la televisión.
'O pobo quere seguir vivo. Non quere morrer', explicó Juan Corzo, refiriéndose a uno de los objetivos de la Ruta dos Fornos, frenar un proceso de despoblación que dejó en 95 habitantes a un pueblo que tenía 154 en el año 2000 , según el Instituto Nacional de Estadística.
