El pastoreo del ganado y la fijación de población en el rural pueden prevenir los incendios forestales del Macizo Central. A esta conclusión llegó el estudio que elaboró Pedro Rodríguez Parente y otros técnicos de Xóvenes Agricultores para entregarlo a la Consellería de Medio Rural. El colectivo pretende que la Administración autonómica aporte los medios para trasladarlo a la práctica y evitar los daños de los fuegos forestales.
El trabajo lleva a la conclusión de que la política de prohibición no es la más adecuada para evitar los incendios forestales. Indica que frecuentemente tienen su origen en las quemas realizadas en los terrenos próximos a las huertas para alejar a la fauna salvaje, como el jabalí, así como las quemas no permitidas.
Los técnicos de la central sindical consideran insuficientes las labores de prevención que desarrolla la Xunta y afirman que deberían desarrollarse durante todo el año. El informe considera necesario crear un par de brigadas por Concello y estima que su coste es la tercera parte de los daños que causan los fuegos forestales.
El trabajo abarca ocho concellos del Macizo Central: O Bolo, Chandrexa, Laza, Manzaneda, Trives, Vilariño de Conso, Larouco y Montederramo, que abarcan 103.702 hectáreas, de las cuales 81.071 corresponden a la actividad agrícola. El 43% del terreno es forestal no arbolado, siendo un 40% pastos permanentes. Las zonas arboladas y las tierras labradas ocupan un 13% y un 4%, respectivamente.
En el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2001 y el 9 de octubre de 2010 los ocho concellos citados registraron 3.874 incendios forestales, que afectaron a 18.845 hectáreas, de las cuales el 85,2% es monte raso. Los municipios más castigados fueron Chandrexa y Manzaneda.
'Hai que poñer en valor o rural do Macizo Central', dijo ayer Pedro Rodríguez, quien apostó por la ganadería extensiva y por la producción de carne de calidad como fórmulas para evitar 'que a xente teña que vivir das subvencións'.
Los técnicos de la central sindical consideran insuficientes las labores de prevención que desarrolla la Xunta y afirman que deberían desarrollarse durante todo el año. El informe considera necesario crear un par de brigadas por Concello y estima que su coste es la tercera parte de los daños que causan los fuegos forestales.
El trabajo abarca ocho concellos del Macizo Central: O Bolo, Chandrexa, Laza, Manzaneda, Trives, Vilariño de Conso, Larouco y Montederramo, que abarcan 103.702 hectáreas, de las cuales 81.071 corresponden a la actividad agrícola. El 43% del terreno es forestal no arbolado, siendo un 40% pastos permanentes. Las zonas arboladas y las tierras labradas ocupan un 13% y un 4%, respectivamente.
En el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2001 y el 9 de octubre de 2010 los ocho concellos citados registraron 3.874 incendios forestales, que afectaron a 18.845 hectáreas, de las cuales el 85,2% es monte raso. Los municipios más castigados fueron Chandrexa y Manzaneda.
'Hai que poñer en valor o rural do Macizo Central', dijo ayer Pedro Rodríguez, quien apostó por la ganadería extensiva y por la producción de carne de calidad como fórmulas para evitar 'que a xente teña que vivir das subvencións'.
