Las 506.011 toneladas de pizarra exportadas en 2010 suponen un aumento del 8,6% respecto al ejercicio anterior.
Este incremento únicamente invita a un moderado optimismo cuando se compara con la variación registrada por los pizarristas gallegos y castellano-leoneses al finalizar junio. Los seis primeros meses del año se cerraron con un crecimiento similar, del 9%, lo que refleja un estancamiento en la segunda mitad del año. El invierno y las compras de Alemania, donde la colocación de pizarra no logra arrancar, son dos posibles factores de un parón que condiciona la creación de empleo en un sector que sólo en Galicia genera más de 2.000 empleos directos. Pese a ello, las perspectivas de 2011 son más favorables y podrían traducirse en ligeros aumentos de las plantillas.
El aumento de las toneladas exportadas se reflejó en el crecimiento de la facturación, aunque la evolución es más lenta en este capítulo. En el año pasado, el sector facturó 263.907.929 euros, un 6,1% más que en 2009. La crisis económica propició el desplome de los precios, que son un 2,3% inferiores a los del año anterior. 'Este año van a mejorar', apuntaron ayer fuentes empresariales.
La recuperación del sector aún está lejos de las cifras de 2007, año en el que comenzó la crisis económica y en el que las pizarreras exportaron 666.364 toneladas, facturando 332.814.840 euros.
La recuperación evoluciona de forma muy dispar entre los importadores. La nota negativa procede de tierras germanas, donde al mercado de la pizarra le cuesta volver a los niveles de hace un año. En 2010, las exportaciones a Alemania registraron un descenso del 1,1%, situando el volumen de ventas en 88.216 toneladas. Reino Unido vive momentos muy distintos, pues aquí las importaciones crecieron un 20,1%, alcanzando las 113.954 y se aproximan a pasos agigantados a las cifras de 2007. El mayor cliente sigue siendo Francia, que compró 235.460 toneladas.
Los empresarios son optimistas ante el presente ejercicio. 'Hay buenas perspectivas. Tener trabajo anima', dijo un pizarrista. Pero no todo son buenas sensaciones. La subida de los combustibles preocupa al sector, cuya maquinaria, desde 'dumpers' hasta 'retroexcavadoras', consume grandes cantidades. 'Ahora no hay tarifa. Cada día hay que preguntar el precio', dijo un empresario. Además, preocupan el coste del transporte por carretera y las reticencias de la banca a ofrecer financiación.
El aumento de las toneladas exportadas se reflejó en el crecimiento de la facturación, aunque la evolución es más lenta en este capítulo. En el año pasado, el sector facturó 263.907.929 euros, un 6,1% más que en 2009. La crisis económica propició el desplome de los precios, que son un 2,3% inferiores a los del año anterior. 'Este año van a mejorar', apuntaron ayer fuentes empresariales.
La recuperación del sector aún está lejos de las cifras de 2007, año en el que comenzó la crisis económica y en el que las pizarreras exportaron 666.364 toneladas, facturando 332.814.840 euros.
La recuperación evoluciona de forma muy dispar entre los importadores. La nota negativa procede de tierras germanas, donde al mercado de la pizarra le cuesta volver a los niveles de hace un año. En 2010, las exportaciones a Alemania registraron un descenso del 1,1%, situando el volumen de ventas en 88.216 toneladas. Reino Unido vive momentos muy distintos, pues aquí las importaciones crecieron un 20,1%, alcanzando las 113.954 y se aproximan a pasos agigantados a las cifras de 2007. El mayor cliente sigue siendo Francia, que compró 235.460 toneladas.
Los empresarios son optimistas ante el presente ejercicio. 'Hay buenas perspectivas. Tener trabajo anima', dijo un pizarrista. Pero no todo son buenas sensaciones. La subida de los combustibles preocupa al sector, cuya maquinaria, desde 'dumpers' hasta 'retroexcavadoras', consume grandes cantidades. 'Ahora no hay tarifa. Cada día hay que preguntar el precio', dijo un empresario. Además, preocupan el coste del transporte por carretera y las reticencias de la banca a ofrecer financiación.
